¿Qué es y qué beneficios tiene?

En los últimos años, el interés de los consumidores por mejorar su alimentación, y en consecuencia  su salud, y cuidar el medio ambiente ha hecho que aparezcan y se con­soliden términos como agricultura ecológica, huella ecológica… Y este interés les ha llevado a demandar al resto de los elementos que conforman la cadena alimentaria (agricultores,  empresas,  distribuidores, mayoristas) una mayor sensibilización medioambiental una mayor exigencia en la elaboración de sus productos.

Según el informe del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, publicado en enero de 2018, España se ha situado, en los últimos años, en el primer puesto de países con mayor superficie de producción ecológica en la Unión Europea y en el cuarto puesto en el ranking mundial.

Las principales razones que los consumidores aducen para la compra y el consumo de estos productos son, principalmente, por motivos de salud y por parecerles una opción más sana y natural que los productos convencionales

Otros motivos son la ausencia de productos químicos en su producción, una mayor calidad y unos sabores más tradicionales de los alimentos. Sin embargo, y aunque la tendencia es a que cada vez se conocen y se consumen más, todavía hay un porcentaje de la población que no sabe las diferencias entre los productos ecológicos, bio… y los convencionales, porcentaje superior en las persona de la tercera edad, mientras que los más jóvenes y los de edades indeterminadas son los que más los consumen.

En el lado contrario el mayor problema que ven los consumidores es el precio de estos productos, que hace que no le compensen los posibles beneficios que pueden tener, junto con, en algunos casos, un aspecto poco atractivo (en el caso de frutas y verduras, por ejemplo).

Hay que señalar que este precio más alto es consecuencia de que estos requieren de más trabajo, están sujetos a controles más específicos y suelen necesitar más tiempo para su cultivo, por lo que estos costes son asumidos por el consumidor.

La producción ecológicas un sistema general de gestión y producción de alimentos que combina las mejores prácticas ambientales, una elevado nivel de biodiversidad, la preservación de recursos naturales, la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales. Así pues, los métodos de producción ecológicos desempeñan un papel doble, aportando, por un lado, productos ecológicos a un mercado específico que responde a la demanda de los consumidores y, por otro, bienes públicos que contribuyen a la protección del medio ambiente, al bienestar animal ya al desarrollo rural.

El comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV) incide en que “la Agricultura Ecológica, denominada también biológica es una sistema de producción y elaboración que tiene como objetivo la obtención de alimentos de óptima calidad, libres de residuos, minimizando el impacto humano en el medio ambiente. Utiliza los recursos naturales de manera óptima, contribuyendo a preservar la biodiversidad vegetal y animal, y que apuesta por impulsar el desarrollo local sostenible de la zona.

Uno de los objetivos en la producción orgánica es reducir el uso de insumos  o elementos externos. Cualquiera sustancia utilizada en la agricultura ecológica para combatir plagas o enfermedades de las plantas debe ser aprobada previamente por la Comisión Europea.

Los alimentos procesados deben producirse principalmente a partir de ingredientes agrícolas, pueden contener aditivos agregados a los alimentos, solo para fines nutricionales específicos y cuando estén autorizados por normas europeas, y no utilizan sustancias y técnicas que reconstituyen las propiedades que se pierden en el procesamiento o almacenamiento y que puedan inducir a error sobre la verdadera naturaleza de los productos.

La normativa europea que regula la agricultura ecológica es muy estricta y establece unos controles muy exigentes en cuanto a la materia de producción, inspecciones, certificación y, por supuesto etiquetado de los alimentos provenientes de ella.