Alérgenos alimentarios

Cada vez es más habitual encontrarse con información sobre los alérgenos alimentarios que pueden llevar ciertos productos o en las cartas de menú de bares y restaurantes. Conocer qué son y saber identificarlos es, además de una cuestión básica de salud para muchas personas alérgicas a ciertos alimentos y productos, una información que puede resultarnos muy útil a la hora de decantarnos por unos u otros.

 

Se denomina alérgenos a todos aquellos productos y sustancias que pueden provocar una reacción o sensibilidad extrema en el organismo a personas sensibles o susceptibles a dichas sustancias.

En el caso de los alérgenos alimentarios estaríamos hablando de alimentos o aditivos que, al ser ingeridos o entrar en contacto con la piel, ocasionan una reacción alérgica, con diversos síntomas, algunos de los cuales pueden ser extremadamente graves, y que pueden ir desde enrojecimiento de la piel o hinchazón de la boca hasta dificultad para respirar, vómitos o diarreas.

Por ello es tan importante, especialmente en el caso de las personas alérgicas, conocer e identificar la información que aparece en el etiquetado de los alimentos sobre los alérgenos que pueden incluir en su composición.

Además de los alimentarios, existen otros tipos de alérgenos, dependiendo de lo que origine la reacción, y que pueden ser ambientales (presentes en el aire, como el polen, los ácaros del polvo…), por contacto con determinados materiales (como metales, productos de maquillaje, látex…), por picaduras o contacto con animales (picaduras de avispa, pelo de gatos o perros…), por la ingesta de algún medicamento…

Alérgenos alimentarios más frecuentes

Aunque es posible que cualquier producto o sustancia pueda causar una alergia a determinadas personas, existe una serie de alimentos o componentes de los mismos, considerados los alérgenos alimentarios más frecuentes, y que suelen afectar a un mayor porcentaje de población.

Estos son los 14 alérgenos, según la normativa, más habituales y de los cuales se debe  informar obligatoriamente al consumidor.

¿Cómo saber que estamos teniendo una reacción alérgica?

Los síntomas de una alergia alimentaria suelen aparecer a los pocos minutos de haber consumido el alimento en cuestión, aunque también pueden darse algunos pasadas unas horas. Los más habituales suelen ser piel enrojecida, urticaria, inflamación de los labios o la cara, vómitos, diarrea, mareos… hasta inflamación de la garganta, dificultad para respirar, asfixia y pérdida del conocimiento.

Si el producto en cuestión nos ha producido síntomas más leves, como pueden ser urticaria, erupciones, picor, irritación de ojos o nariz… podemos tratarlos con medicamentos antihistamínicos y corticoides. Sin embargo, es aconsejable acudir a un centro de salud, para que el médico nos prescriba el tratamiento adecuado, especialmente en caso que los síntomas no remitan o si no se es consciente de ser alérgico a ningún producto, para que en este caso, nos realicen las pruebas pertinentes.

¿Qué hacer ante una reacción alérgica a un producto de alimentación?

Ante una reacción alérgica es importante, en primer lugar, identificar los síntomas que podamos tener, como hemos visto, desde una erupción en la piel hasta asfixia o pérdida del conocimiento.

En los casos más graves (si nos cuesta respirar, si hay pérdida del conocimiento, si se da un shock anafilático…), hemos de acudir con urgencia al centro médico u hospital para el tratamiento correspondiente.

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