La sandía
La sandía es uno de los frutos de más tamaño que existen y puede alcanzar hasta los 15 kilos. También se conoce como melón de agua, melancia o patilla y proviene de la sandiera, planta de la familia de las Cucurbitáceas. La sandía comenzó a cultivarse en África, desde donde se extendió por Europa, Próximo Oriente y la India. Posteriormente llegó a China y a América.
Esta fruta es muy fácil de consumir ya que no necesita ser pelada, y por la suavidad y textura de su pulpa. Para niños o personas con dificultad para masticar los alimentos es perfecta.
Su aportación en agua es importante y la convierte en un hidratante muy potente. Dos tajadas de sandía pueden suplir a un vaso de agua, con la ventaja de estar consumiendo una fruta deliciosa, refrescante y dulce.
Además, resulta un diurético estupendo ya que aumenta la producción de orina, por lo que su consumo está indicado para quienes padecen cálculos renales, ácido úrico alto, hipertensión y otras enfermedades con retención de líquidos.
Se puede recurrir a ella también para desintoxicar tras días de excesos y es ideal en las dietas de adelgazamiento por su bajo nivel en calorías.
TIPOS DE SANDÍA
Existen múltiples variedades de sandía, que se pueden clasificar según las siguientes características:
Color de la piel: puede ir desde el verde claro al verde oscuro. El color puede ser uniforme en todo el fruto o jaspeado.
Tamaño del fruto: puede variar entre los 2 y los 15 kilos.
Sabor de la carne: puede ser más o menos dulce.
Grosor de la corteza: puede variar entre 0,5 y 3 mm.
Cantidad y tamaño de las semillas: actualmente existen variedades de sandía que no producen semillas.
Además, existen sandías de diferentes formas. Pueden ser redondeadas o alargadas y se pueden dar con semillas o sin ellas.
PROPIEDADES DE LA SANDÍA
La sandía está formada mayormente por agua (93%). Contiene sólo 26 kcal/100 g, las cuales proceden de los azúcares propios del fruto. El licopeno, que es lo que proporciona el color rojo vivo de esta fruta, es un pigmento orgánico con un alto poder antioxidante y está presente en la sandía, así como la vitamina C y A y minerales como potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro o sodio)
A continuación enumeramos algunos de sus ventajas:
- Es buena para dietas de adelgazamiento: por su alto contenido en agua, fibra y no tener casi calorías. Produce además sensación de saciedad.
- Es diurética por lo que está indicada para problemas renales, de las vías urinarias o de retención de líquidos.
- Favorece la eliminación de residuos tóxicos: es por tanto desintoxicante y depurador.
- Por su alto contenido en potasio: son buenas para el sistema nervioso y muscular.
- Previene problemas cardiovasculares y degenerativos.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Es buena para los problemas de hipertensión.
- Tiene un gran poder laxante: evitando problemas de tránsito intestinal gracias a su fibra.
- Por su contenido en antioxidantes (como el licopeno), es un alimento anticancerígeno.
CONSEJOS PARA ELEGIR SANDÍA
La tarea de escoger sandía no siempre puede resultar fácil, ya que su interior es imperceptible a nuestros ojos. A continuación aportamos algunos consejos:
Brillo y color: Tenemos la tendencia a preferir los colores intensos, sobre todo en las frutas, pero esta regla no es aplicable a la sandía. Cuanto más oscura, menor grado de brillo y menos manchas diferentes de verde presente la corteza, más madura estará y mejor sabor tendrá. Es importante tener en cuenta que la sandía es una de las frutas que no madura una vez se han recolectado.
Golpe y presión: Si el sonido resulta hueco y contundente, la sandía estará en su punto de maduración justo y lista para consumir. Si el sonido es flojo, como si tuviera eco, indica que aún no está madura.
Si la textura no es firme y por lo contrario se presenta blanda, significa que la sandía está pasada o ha sufrido daños.
Peso y forma: Mejor que sean de silueta redonda y sin grietas. También que pese más de lo que aparenta.