Coles de Bruselas
Como su propio nombre indica, las coles de Bruselas (Brassica Oleracea Var. Gemmifera) son originarias de Bélgica. El cultivo de esta hortaliza se inició en el siglo XVIII y fue un siglo más tarde cuando se extendió a casi todos los continentes, siendo especialmente apreciadas en países de Europa, Asia y América por su valor culinario, además de sus múltiples beneficios para el organismo.
El nombre de “Col de Bruselas” se lo dio Carlos Linneo, un importante naturalista, científico y botánico sueco quien la descubrió. También son conocidas con el nombre de repollos de Bruselas. El nombre vulgar por el que eran conocidas antiguamente era Choux de Bruxelles.
Posiblemente estemos acostumbrados a verlas en platos como guarnición, bien salteadas, al horno, hervidas o al vapor, gratinadas o en algún guiso e incluso en alguna sopa.
Lo que sí está claro, es que esta hortaliza vino para quedarse y cada vez es más popular en todas las cocinas del mundo, incluyendo la valenciana.
Vamos a cocinar una receta donde la protagonista sea la col de Bruselas.
INGREDIENTES (para cuatro personas):
- 700 gr de coles de Bruselas. Pueden ser congeladas.
- 250 gr de beicon, panceta o tocino en longas muy finas.
- 50 gr de mantequilla
- Aceite de oliva suave
- 1 cebolla
- Agua
- Sal
- Un limón
- Gindilla molida
PREPARACIÓN:
- Si hemos conseguido coles, les cortamos el tallo y retiraremos las primeras hojas que seguramente estarán duras y de color amarillento. Las lavamos en un bol con agua y un chorrito de vinagre. Evitaremos malos olores al cocerla.
- Cazuela al fuego con al menos tres litros de agua donde habremos metido dos buenos puñados de sal y exprimido un limón para conservar el color y que nos huela demasiado.
- Cuando el agua esté hirviendo, echamos las coles y las mantendremos alrededor de quince minutos desde que vuelve a empezar a hervir el agua, pues se cortará el hervor al echarlas. Dependiendo si están o no tiernas podrán necesitar algo más de tiempo.
- Si cocinamos con coles congeladas, las meteremos directamente sin descongelar y necesitarán solamente diez minutos máximo desde que empiece a volver a hervir el agua.
- Importante cuando las saquemos meterlas en agua con hielo para fijar definitivamente el color y no se nos oscurezcan. Y al mismo tiempo evitaremos el olor desagradable si desprenden sus compuestos sulfurados presentes en ellas.
- En una sartén, cubrimos el fondo con el aceite de oliva (una cucharada) y pochamos la cebolla finamente cortada, añadimos al final el beicon también muy bien cortadito.
- En una cazuela, derretimos la mantequilla, le añadimos la cebolla y el beicon que hemos sacado y escurrido del aceite. Removemos con cuidado para que se mezclen los sabores.
- Podríamos ahora añadir las coles de Bruselas y mezclarlo todo o emplatar directamente. Para ello utilizaremos un aro donde pondremos coles abajo, la mezcla en el centro y rematamos con más coles de Bruselas.
- Espolvoreamos con picante molido en hojilla.
Fácil y delicioso.