La cereza
Las cerezas, también llamadas guindas, siempre son muy esperadas al llegar la primavera. Con ellas llega la pasión y el color que despierta esta estación. Su sabor es delicioso y nos aporta propiedades diuréticas, depurativas y remineralizantes.
Son frutos de una belleza muy apreciada, sobre todo en las culturas orientales. Los japoneses ven en los cerezos en flor y en la flor de sakura un símbolo de pureza, tanto que llegan a cultivar cerezos ornamentales por su valor decorativo.
Se cree que su origen es de Asia Menor, de la zona comprendida entre el mar Negro y el mar Caspio, donde aún podemos encontrar variedades silvestres.
La cereza es el fruto del cerezo (Prunus avium), árbol de la misma familia botánica (Rosáceas) que el albaricoque, ciruela o melocotón.
LA CEREZA, MUCHA VARIEDAD
Podemos encontrar dos variedades diferenciadas, las cerezas dulces y las guindas o cerezas ácidas. Las dulces se consumen al natural y resultan deliciosas. También son perfectas para elaborar confituras y mermeladas. Las más ácidas resultan adecuadas para salsas, sorbetes y la cocina en general.
Encontramos muchas variedades de cereza a lo largo de la geografía española, pero destaca la comarca del Jerte, en la provincia de Cáceres. En este valle, ubicado junto al río Jerte, se disfruta de un paisaje encantador abanderado por sus cerezos en flor. Su especialidad es la picota, que es la variedad de cereza más dulce y que se vende sin rabo.
PROPIEDADES Y BENEFICIOS DE LA CEREZA
Estos frutos poseen pocas calorías, sólo 58 kcal por 100 g. Su aporte en vitaminas es muy destacable, sobre todo en vitamina A (en forma de betacaroteno) y vitamina C. También contiene hidratos de carbono, calcio, potasio y magnesio.
Las cerezas son muy depurativas para el organismo y poseen otros componentes muy beneficiosos como ácidos orgánicos (ácido salicílico, málico, succínico y cítrico) y flavonoides (antocianos y el ácido elágico).
Beneficios de la cereza
- Corazón: Protegen el sistema cardiovascular gracias a varios componentes fenólicos.
- Trastornos hepáticos: Reducen los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre y su posible acumulación en el hígado.
- Diabetes: Bajan el riesgo de que aparezca la diabetes y además, los diabéticos las toleran bien por sus contenidos de bajo índice glucémico.
- Reumatismo y artritis: Las cerezas contienen componentes depurativos y antioxidantes y también ácido salicílico. Esto hace que posean propiedades antiinflamatorias.
- Trastornos intestinales: Mejoran el estreñimiento y la formación de gases gracias a su acción reguladora.
- Obesidad: Son muy saciantes, laxantes y diuréticas por su contenido en fibra, potasio y agua.
- Gota: Colabora rebajando los niveles de ácido úrico.
TRUCOS Y CONSEJOS
La cereza es un fruto que no madura fuera del árbol, por tanto hemos de asegurarnos de que cuando las adquiramos estén en su punto óptimo de madurez.
Recomendamos consumirlas o cocinarlas enseguida. De no ser así, guardarlas en el frigorífico y no lavarlas hasta que vayamos a consumirlas.