Las berenjenas

Las berenjenas, originarias de Oriente, llevan presentes en nuestras cocinas desde hace siglos. Aunque son poco nutritivas, destacan por su sabor y por la amplia variedad de formas en las que se pueden consumir. Te descubrimos el origen, las propiedades y otras curiosidades sobre este fruto.

El origen de las berenjenas lo encontramos en la India, hace más de mil años. Los árabes fueron quienes la introdujeron en Europa, más concretamente en España, durante la Edad Media, y, desde nuestro país, se extendió al resto de países y a América, en los cuales fue adaptándose a la climatología y costumbres. Actualmente, su cultivo y su consumo están extendidos por todos los continentes.

La berenjena es el fruto de la planta que lleva su mismo nombre, perteneciente a la familia de las solanáceas (al igual que el tomate y la patata) y cuya altura ronda en torno a los 50 cm. Sus hojas son grandes y de forma aovada.

El fruto suele presentar también una forma aovada, aunque dependiendo de la variedad también podemos encontrar berenjenas alargadas y redondas. Suele tener un tamaño de unos 10 cm de largo y con una abundante pulpa en su interior de color blanca con pequeñas semillas. De textura esponjosa, su sabor suele ser suave tirando a amargo y, en algunas variedades, algo picante. Su piel es brillante y lisa y, si bien es cierto que las berenjenas de color morado son las más conocidas, no hay que olvidarse de otras variedades que también podemos encontrar en nuestros mercados: rayadas, blancas, rojas…

Si atendemos a la clasificación más habitual de las berenjenas, en función de su apariencia, podemos diferenciar las siguientes variedades:

Redondas: son berenjenas de forma esférica que poseen una piel morada muy brillante. Suelen pesar alrededor de los 400 g. Las variedades más conocidas dentro de estas son la Black Beauty, Rondona o Bonica

Alargadas: como su propio nombre indica, estas berenjenas presentan una forma fina y alargada, su piel es violeta y en su interior encontramos pocas semillas. Son berenjenas alargadas la Mirabelle, Viserba o Helena

Intermedias: las más habituales, tienen una forma ovalada, más grande que las redondas y más anchas que las alargadas. Presentan un color morado muy oscuro casi negro, muy brillante. Su pulpa es blanca, con pequeñas semillas en su interior. Entre sus variedades más conocidas tenemos la Cava, Cristal o Monarka.

Rayadas o listadas de forma ligeramente ovalada: poseen una pulpa blanca y la piel morada con manchas o rayas blancas. Son berenjenas rayadas las variedades Leire, Bandera o Berenjena siciliana

¿PELADA O SIN PELAR?

La decisión de tomar la berenjena con piel o sin ella va a depender del gusto de cada uno y de cómo vayamos a cocinarla. Si optamos por no quitarle la piel, debemos elegir aquellas más blandas (tardarán menos en cocinarse que si escogemos las de piel más dura) y lavarlas bien.

 

PROPIEDADES NUTRICIONALES

La berenjena es un alimento con escaso valor calórico. Su principal componente es el agua y, en pequeñas proporciones, nos aporta potasio, calcio, fósforo y fibra, esta última, mayoritariamente, en la piel y las semillas.

También en la piel contiene antocianina, lo que le confiere propiedades antioxidantes para nuestro organismo, que intervienen en la prevención de enfermedades cardiovasculares y degenerativas.

 

CÓMO COCINARLA

La berenjena puede consumirse de múltiples formas y combina muy bien con muchos otros alimentos. Podemos tomarla asada o a la parrilla, rebozada, frita, guisada… sola o acompañada de otras verduras, como guarnición de carnes y pescados. Podemos asarlas a la parrilla y hacer unos deliciosos rollitos con jamón y queso y también se pueden tomar en tempura, con un ligero rebozado, de manera que quedan crujientes por fuera y tiernas por dentro. Además, otra forma habitual de prepararla es rellenas al horno, haciendo un sofrito con carne picada, cebolla y tomate, y gratinadas al horno con un poco de queso.

La berenjena es la base también de la musaca (moussaka), plato originario del Mediterráneo y típico de la cocina griega. Es una lasaña en la que, en lugar de láminas de pasta, se alternan capas de carne picada y berenjenas gratinadas al horno, una receta fácil y saludable para introducir las verduras en la alimentación de los niños.

TRUCOS Y CURIOSIDADES

La berenjena es un alimento muy perecedero que aguanta pocos días, por lo que es importante conservarla adecuadamente en la nevera, separada del resto de frutas y verduras, para evitar que se estropee antes.

Una de las características principales de las berenjenas es su rápida oxidación. Para evitar que se oxide al pelarla o cortarla, lo cual ocurre debido a la presencia natural de una enzima en la carne del fruto (de ahí que se oscurezca rápidamente), y quitarles ese ligero toque amargo, debemos dejarlas, ya cortadas, en remojo en agua fría con un buen puñado de sal, tapadas con papel de film, una media hora. También hay quien las deja a remojo en leche o con un poco de zumo de limón.

No se debe consumir en crudo, ya que contiene solanina, una sustancia tóxica, presente en cantidades muy pequeñas, y que, al cocinarla, desaparece.

 

¿Hacemos un trato?

A cambio de tu email, te enviaremos regularmente contenidos siempre mediterráneos.
¿Aceptas? ¡Suscríbete!



En cumplimiento del artículo 5 de la Ley 15/1999, por el que se regula el derecho de información en la recogida de los datos, se le informa que la recogida de datos tendrá como finalidad única la comercial. Igualmente le informamos que puede ejercer los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición establecidos en dicha Ley contactando con nosotros a través de nuestro correo electrónico.