Dime qué calzado llevas y te diré dónde puedes bañarte
A diferencia de otras costas del mundo, la mediterránea es muy diversa en tipologías de playas y calas. Y éstas suelen tener superficies también muy variopintas. Cada una de ellas requiere -aunque no siempre- un tipo de calzado para poder tomar el baño con tranquilidad y evitar algún tipo de percance que nos fastidie las vacaciones o el día de relax. Los dos tipos de calzados más utilizados para el mar son las clásicas cangrejeras, por un lado, y las surferas, por otro lado. Las chanclas o sandalias de ese estilo tienen el inconveniente de que se sueltan con facilidad al nadar y podemos perderlas.
Playa de arena
Suelen ser las playas que entrañan menor peligrosidad que el resto y podemos adentrarnos en el agua sin ningún tipo de calzado. Es recomendable que los menores sí que utilicen siempre algún tipo de calzado: cangrejeras o surferas. Uno de los imprevistos que podemos sufrir es la picadura del pez araña. En este caso, lo más aconsejable es acudir de forma inmediata al puesto de socorro y vigilancia más cercano para que nos atiendan.
Playa o cala de cantos rodados
Los cantos rodados forman una superficie inestable para caminar y en ocasiones según la pendiente es difícil mantener el equilibrio. Hay gente más acostumbrada que otra a tomar el baño en este tipo de playa. Antes de decidirnos por bañarnos descalzos, debemos fijarnos en la presencia o no de erizos de mar. Por norma general si queremos adentrarnos en el agua sin tener que sufrir, optaremos por un calzado que nos evite un resbalón o molestias en los pies.
Cala de piedra
Imprescindible llevar calzado de protección (cangrejeras, surferas o de otro tipo) para poder bañarnos con tranquilidad y también movernos fuera del agua sin riesgo de sufrir algún tipo de percance. Aunque las surferas pueden resultar más cómodas, suelen pesar más que las cangrejeras cuando están totalmente empapadas. En resumen, en este tipo de cales tendremos que estar atentos a hendiduras en la piedra, algas que puedes provocarnos un resbalón, erizos de mar, el oleaje… Además de este en este tipo de calas, es igualmente recomendable llevar calzado de protección cuando tomamos el baño en pozas, lagunas o estanques.