Volvemos a compartir con más ganas
Este año la Navidad va a ser muy especial y emotiva, porque volvemos a compartir con más ganas. La pasada fue muy diferente, ya que la pandemia nos hizo recordar el privilegio de celebrarla con todos nuestros familiares y amig@s. Pues bien, por fin podemos brindar juntos, cocinar para quien más queremos y comenzar el año más acompañados.
Ya que estas fiestas van a ser como un nuevo comienzo, queremos que la ilusión se refleje en todos y cada uno de los detalles. Vamos a comenzar con un elemento esencial que cobra mucha importancia estos días: la mesa de fiesta.
Una mesa de fiesta
¿Sabes cómo disponer las copas? ¿O qué cubiertos se van a necesitar según qué platos vayas a servir? En el siguiente artículo te damos las claves para que prepares tu mesa para estas Navidades.
La Navidad es tiempo de reuniones familiares, de reencuentros, de sentarnos alrededor de la mesa. Si los platos que cocinemos para ofrecer a nuestros invitados son importantes, no menos lo es la decoración y la forma de preparar nuestra mesa.
Conocer cómo colocar los vasos, cubiertos y platos, junto con la decoración apropiada, acompañado de un exquisito menú, nos asegurará un éxito ante todos los comensales. Recuerda: son días especiales, por lo que nuestra mesa no debe ser menos y debemos vestirla de forma especial. Aunque «para gustos, colores», aquí os dejamos algunas ideas para dar ese toque especial a vuestra mesa.
Platos y bajo-platos
Es el momento de sacar tu mejor vajilla, esa que guardas para ocasiones especiales. Los platos deben ir todos a juego, tanto los llanos como los hondos y los de postre, y tiene que haber suficientes para todos los invitados. El plato hondo siempre se coloca encima de uno llano, no directamente sobre el mantel o el bajo-plato, el gran olvidado muchas veces.
Este bajo-plato, un plato llano algo más grande cuya finalidad es únicamente estética, sirve para proteger el mantel. Es aquí donde podemos darle un toque de color a nuestra mesa, poniendo bajo-platos de un color intenso, como rojo o dorado, y de otros materiales, como porcelana, cristal, plástico…
La decoración
Recuerda esta máxima: menos es más. Así que no sobrecargues. Un centro de mesa con flores rojas y algún adorno como piñas, hojas de acebo o velas (sólo para cenas), es suficiente. El centro no debe ser alto, para que no tape a los invitados y se pueda conversar con la persona que se siente enfrente.
Elige un mantel elegante
Antes de poner el mantel, no olvides colocar un protector o muletón, para proteger nuestra mesa de posibles «accidentes». El mantel no debe ser recargado ni lleno de dibujos, con colores chillones o estridentes, opta mejor por uno de color claro, en tonos neutros, sin muchos adornos.
Por supuesto, el mantel debe estar limpio y planchado, igual que las servilletas, que deben ir a juego con el mantel. Podemos disponerlas encima de los platos o a la izquierda del bajo-plato, debajo del tenedor.
¿Y los cubiertos?
La forma de disponerlos es la siguiente: a la izquierda, el tenedor, con las púas hacia arriba; a la derecha, justo al lado del plato, el cuchillo, con el filo hacia dentro, y a su derecha, la cuchara, también hacia arriba. Los de postre los pondremos entre el plato y la cristalería, con los mangos de la cuchara y el cuchillo a la derecha y el del tenedor a la izquierda.
Coloca sólo los necesarios, los que se vayan a utilizar en cada momento, sin sobrecargar la mesa. Y sin confundir a tus invitados sobre cuál usar según qué platos se sirvan. No obstante, si nos encontramos en la situación de que haya dispuestos varios tenedores y cuchillos en la mesa, recuerda que se utilizan de fuera hacia adentro, es decir, los primeros siempre los más alejados de los platos.
¿Cómo sabemos qué copa utilizar para cada bebida?
La copa de agua es grande y abombada. La de vino tinto, de igual forma que la de agua, es algo más pequeña. La de vino blanco es de igual tamaño que la de tinto, pero más estrecha, o un poco más pequeña. Y la de cava es alta y alargada.
Copas
De nuevo, no sobrecargues la mesa con cristalería. Al igual que ocurre con los platos, intenta que todas las copas sean de la misma cristalería y que haya para todos.
Lo normal es disponer de una copa para el agua, otra para el vino tinto, otra para el vino blanco y otra para el cava. Esta última podemos dejarla en una mesa auxiliar y servirla cuando vayamos a brindar al final de la cena.
Las copas se colocan delante de los platos y de los cubiertos de postre, en línea recta, y en el siguiente orden, de izquierda a derecha: la de agua, vino tinto, vino blanco y cava. Si alguno de tus invitados te indica previamente que no va a utilizar alguna de ellas, puedes retirarla de la mesa para dejar más espacio libre y evitar que pueda romperse.
¿Cuál es mi pan?
¿Cuántas veces nos hemos hecho esta pregunta? En el caso de que vayamos a disponer de un pequeño plato para el pan (que podemos acompañar con mantequilla), éste se colocará siempre a la altura de las copas y a la izquierda de las mismas.
La importancia de los entrantes
Aunque sobra decir cada elemento del menú es muy importante, los entrantes son los que causarán la primera impresión. Han de ser variados y a poder ser que aporten color a nuestra mesa. Este año, más que nunca, nuestra recomendación es que los entrantes sean para compartir. Hemos pasado mucho tiempo sin poder vernos todo lo que deseábamos y ahora nos encanta hacerlo todo juntos de nuevo.
¿Y los niñ@s?
Si para la comida o la cena se van a juntar varios niños, y tenemos espacio suficiente, lo mejor es poner para ellos una mesa aparte. Sin olvidarnos de mantener la elegancia, en esta mesa podemos poner un mantel rojo o verde, con motivos navideños, platos y vasos de colores… Y un centro original, hecho, por ejemplo, de frutas, piruletas o chocolatinas, junto a adornos navideños, que nos pueden ayudar a preparar ellos mismos.
CONSEJO:
Si es posible, coloca una mesa auxiliar donde dejar los platos, cubiertos, copas… para cambiarlos conforme vayas retirando los que se ensucien. No pongas en la mesa más de lo necesario.