Música alta, peligro de sordera
Por todos es conocido el riesgo de escuchar música demasiado alta, y más en el caso de utilizar auriculares o cascos. La pérdida de audición debido a esta práctica es una realidad y se calcula que el 50% de la población de entre 12 y 35 años sufrirá pérdidas auditivas irreversibles por escuchar música a un volumen elevado a través de los auriculares. ¿Qué puedes hacer para evitarlo?
La imagen de adolescentes (y también adultos) caminando por la calle, en bici, patinete o en los transportes públicos con los auriculares puestos mientras escuchan música es algo muy habitual en nuestros días. Por ello, desde diferentes organismos, entre ellos la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha querido alertar de los peligros que esta práctica tan habitual puede ocasionar en nuestros oídos: pérdidas de audición, más o menos graves, temporales o definitivas, tinnitus (pitidos o sonidos agudos constantes en los oídos)…
La OMS advirtió, ya en el año 2019, que la mitad de la población “de entre 12 y 35 años podría tener una pérdida auditiva irreversible debido a los sonidos estridentes a los que se expone escuchando con audífonos la música transmitida desde un teléfono móvil”. Es decir, que un 50% de los jóvenes va a desarrollar algún problema de audición como consecuencia de los altos volúmenes a los que escuchan música en sus dispositivos móviles, principalmente, mediante auriculares (pequeñas piezas que se aplican al oído para escuchar sonidos de un teléfono móvil, mp3…) o cascos (dos auriculares unidos por una tira curvada, que se ajusta a la cabeza y cubre por completo las orejas).
El principal problema de estos dispositivos es que solemos utilizarlos durante periodos prolongados de tiempo y a un volumen demasiado elevado.
Además, el uso de estos dispositivos a volúmenes elevados cuando vamos por la calle, andando o en bici, reduce nuestra percepción auditiva, lo cual aumenta las probabilidades de que podamos sufrir un accidente o ser atropellados por algún vehículo, al no escuchar un claxon o la voz de alguien alertándonos de un peligro.
Para la OMS, una audición responsable y segura depende del volumen al que pongamos nuestro dispositivo, el tiempo que estemos escuchándolo y la frecuencia con que lo hagamos.
El nivel máximo de exposición sin riesgos se fija en 85 decibelios (dB) durante un máximo de 8 horas. Si el volumen o intensidad se incrementa, el tiempo máximo admisible disminuye: si escuchamos un ruido a 100 dB, el tiempo máximo de exposición se reduce a 15 minutos al día.
¿Cuáles son los niveles de decibelios recomendados?
La OMS recomienda no escuchar música con auriculares o cascos durante más de una hora al día y, como mucho, a un 60% de la capacidad total del volumen del dispositivo.
Esto es importante, porque los dispositivos como móviles, mp3… suelen tener un volumen de salida entre los 75 dB y los 136 dB, es decir, que pueden llegar a alcanzar niveles muy altos y perjudiciales.
La Comisión Europea establece (aunque es una normativa de carácter voluntario) el volumen de salida de los reproductores de audio de uso personal (en los que también están incluidos los teléfonos móviles) en un nivel de 85 dB, pudiendo aumentarlo el usuario hasta un máximo de 100 dB. Además, al llegar a este nivel máximo, el dispositivo debe advertir de la posibilidad de pérdidas de audición.
¿Qué podemos hacer para seguir disfrutando de nuestra música preferida sin el peligro de dañar nuestros oídos?
Utiliza auriculares o cascos que se ajusten bien y que aíslen el ruido del entorno, de esta forma podrás escuchar tu música mejor sin necesidad de subir el volumen
Controla el volumen al que pones tu dispositivo, respetando los niveles máximos recomendados (un 60% de la capacidad total del dispositivo)
Limita el tiempo que utilices los cascos o auriculares. Recuerda que no solo es importante el volumen sino también el tiempo que los usas al día.
Si notas que oyes peor, pitidos en los oídos o cualquier otra molestia, díselo a un adulto. Es importante acudir a revisiones periódicas auditivas, para poder detectar pérdidas de audición y otros problemas.