Clòtxina Valenciana
Producto de temporada que solo podemos disfrutar de mayo a agosto, la clóchina valenciana es fuente de numerosos nutrientes y uno de los manjares de nuestra gastronomía. Te descubrimos más acerca de este molusco.
La clóchina valenciana (Mytilus Galloprovincialis) es un molusco de la zona del Mediterráneo, también conocido como «mejillón rubio», que se cultiva de manera artesanal en bateas (embarcaciones que se utilizan en aguas poco profundas) cerca del puerto de Valencia.
Se caracterizan por ser más pequeñas que los mejillones, con la carne del interior de color más pálido y con sabor más intenso, lo que las convierte en toda una joya de nuestros mares con Denominación de Origen (desde el año 2008) y de calidad superior que otros moluscos.
Propiedades nutricionales
La clóchina valenciana aporta pocas calorías, pero es rica en vitaminas (B12, B9, B1, B3 y B5) y minerales como el calcio, el hierro, el selenio, el magnesio, el yodo y Omega-3.
Al adquirirlas, asegúrate de que la malla lleva en su etiquetado la correspondiente etiqueta oficial de Clóchina de Valencia, junto a la senyera valenciana y su número de registro.
Cuando vayas a prepararlas, es importante que las limpiemos bien, con agua debajo del grifo y con la ayuda de un cuchillo, y las dejemos que escurran en un colador. La mejor manera de degustarlas y disfrutar de ellas en todo su sabor, es al vapor, con ajo, limón, una hoja de laurel, un poco de pimienta negra y un buen chorro de aceite de oliva, moviendo con ligeros golpes la olla en las que las estemos cocinando.
Además, podemos incorporarlas a otros platos, como fideuás, paellas, guisados de pescado, sopas, etc. y seguir disfrutando de ellas con todo su sabor.
Se dice que la clóchina valenciana solo puede disfrutarse los meses sin «r», es decir, de mayo a agosto, siguiendo el calendario lunar para planificar su cosecha, que va desde la última luna llena de abril hasta la última luna menguante de agosto.