El buen tiempo ha llegado y con él, el temor y las molestia que nos provocan las picaduras de mosquito. Intentamos combatirlos con todos los remedios, pero ¿cuáles son realmente efectivos? Te explicamos las mejores soluciones para mantener a estos insectos lo más alejados posible.

Debemos saber que los mosquitos necesitan agua para reproducirse, por lo que se encuentran en zonas de agua estancada. Para evitarlos, recomendamos eliminar o limpiar frecuentemente objetos como cubos, piscinas, platos de macetas, juguetes, fuentes…

En el interior de nuestra casa, recomendamos el uso de mosquiteras en las ventanas, barreras eficaces contra mosquitos. También es muy efectivo en las camas y da una aire muy romántico a tu hogar. Te las puedes fabricar tú mismo con una cortina tipo red o las puedes comprar ya hechas por diferentes precios.

Las mosquiteras de cama son también una opción para protegerse de los mosquitos. Imagen vía Leroy Merlín.

Si con estas medidas de prevención no conseguimos resultados o debemos estar al aire libre, en una zona donde haya mosquitos, estas son algunas soluciones para evitar la picadura:

Repelentes cutáneos

Los más efectivos son los que contienen DEET y picaridina, ambos seguros y recomendables. El tiempo de protección que ofrecen depende de las concentraciones en las que se encuentra el ingrediente. La picaridina suele ofrecer un tiempo de protección menor, aunque huele menos y no degrada los plásticos, cosa que sí ocurre con el DEET. Recomendamos mirar las prescripciones para la aplicación a bebés y niños, ya que su uso recomendado es limitado.

Si queremos una elevada protección, se puede combinar el repelente cutáneo DEET con el repelente permetrina, para ropa. Es un repelente que sólo se debe aplicar a objetos ya que es tóxico. Su efecto dura semanas y no daña la ropa.

Uso de ventiladores

Dos de los factores por los que los mosquitos se acerca a nosotros son la emisión de CO2 que realizamos al respirar y las partículas que liberamos del sudor. Por tanto, los ventiladores, al dispersar el aire, nos pueden ayudar a despistar a los mosquitos, sin embargo no garantiza una protección total.

Remedios naturales

También encontramos remedios caseros que, aunque con menor eficacia probada, pueden funcionar:

• Citronela: colocar velas o plantas de citronela en la terraza.
• Aceite de semilla de soja al 2% como repelente.
• Aceite de eucalipto limón, repelente natural con protección media de 2 horas. Se desaconseja el uso en niños menores de 3 años.

• El ajo: pela y corta varios dientes de ajo y échalos en un bol con un poco de agua. Deja reposar unas cuantas horas y después utiliza esta agua pulverizándola por la casa.
• Aceite de almendras: mezcla de 100 mililitros de aceite puro de almendras, 20 gotas de esencia de geranio y 20 gotas de esencia de albahaca. A continuación, aplica la mezcla en la piel. Se puede utilizar también en bebés.
• Aceite de lavanda: se crea una crema repelente de mosquitos al añadir unas gotas de aceite de lavanda en el bote habitual de crema hidratante que utilices. Extiéndela por el cutis de igual manera que con un hidratante normal.
• Botella atrapa-mosquitos: mezcla 50 gramos de azúcar en 20 centilitros de agua y caliéntala. Deja enfriar en una botella de plástico partida por la mitad. Añade levadura espolvoreada y sin remover, introduce en el recipiente el cuello de la botella a modo de embudo. En poco tiempo se comenzará a generar dióxido de carbono y el olor de la fermentación atraerá a los mosquitos que quedarán atrapados en ella.

Por último, te dejamos unos consejos básicos para evitar las picaduras de mosquito:

• Evitar zonas de aguas estancadas
• No utilizar colonias de olores dulces
• Apagar la luz si la ventana está abierta
• Evitar jabones o aerosoles con olores penetrantes
• Mantener una buena higiene corporal
• Utilizar ropa de colores claros o pasteles
• Evitar salir al amanecer y al atardecer

Esperamos que estos consejos y remedios para evitar las picaduras de mosquitos te ayuden a disfrutar del verano con una preocupación menos. Recuerda que es mejor prevenir que curar.