Diferencia entre consumo preferente y fecha de caducidad
Aunque a priori puede parecer que la diferencia está clara, aún quedan personas que no se fijan en este aspecto y no saben si pueden consumir un alimento pasada la fecha señalada. Aquí te explicamos la diferencia.
La fecha de consumo preferente indica el momento hasta el cual el alimento conserva la calidad prevista. En este sentido, una vez pasada la fecha indicada, el alimento sigue siendo seguro para su consumo, siempre que su envase no esté dañado y se respeten las condiciones de conservación adecuadas. Sin embargo, puede empezar a perder su sabor y su textura habituales. Así que, antes de consumirlo, es importante comprobar si tiene buen aspecto y si huele y sabe bien.
La fecha de consumo preferente se encuentra en alimentos congelados, arroz y pastas, legumbres, harina, galletas, conservas… y se indica mediante la mención: «CONSUMIR PREFERENTEMENTE ANTES DEL…» o «ANTES DEL FIN DE…» seguido de la fecha correspondiente.
La fecha de caducidad indica el momento hasta el cual el alimento puede consumirse de forma segura. No se debe consumir el alimento si se ha superado la fecha de caducidad, ya que no es seguro y puede entrañar riesgos para nuestra salud, como intoxicaciones alimentarias.
La fecha de caducidad se indica mediante la mención «Fecha de caducidad…» seguido de la fecha. Si tenemos algún alimento que esté próximo a su fecha de caducidad, podemos cocinarlo o congelarlo (no se debe congelar si ya se ha superado la fecha de caducidad), pero es muy importante que lo conservemos siguiendo las indicaciones correspondientes, tanto antes de abrirlo como una vez abierto el envase.
Esta fecha la podemos encontrar en alimentos muy perecederos, como pueden ser el pescado fresco, la carne picada, el pollo, platos preparados, productos lácteos frescos…
Hay alimentos que, por sus características y composición, no están obligados a indicar ninguna de estas fechas, aunque hay fabricantes que, en ocasiones, sí las indican. Se trata de estos tipos de alimentos:
– Frutas y hortalizas frescas sin procesar
– Vinos
– Productos de panadería de consumo inmediato
– Sal de cocina
– Azúcar
– Vinagre
– Chucherías y chicles
– Bebidas con una graduación de un 10% o más en volumen de alcohol
RECUERDA: Nunca consumas un alimento caducado, pero si ha pasado su fecha de consumo preferente comprueba si puedes aprovecharlo.