Las infusiones, ¿hojas sueltas o en bolsitas? #DilemasMediterráneos
Llenar una taza de agua, introducirla en el microondas, esperar el ring de aviso y sumergir la bolsita de poleo. Verter agua en un cazo, añadir hebras de tomillo y llevarlo a ebullición. Dos rituales diferentes para tomar una infusión que tienen, cada uno, sus partidarios y sus detractores.
Las bolsitas de infusión, que hoy en día nos resultan tan habituales, fueron inventadas –con el té– para uso comercial no hace mucho, en 1904, y fueron popularizándose a lo largo del sigo XX. En cambio, hervir directamente las hojas de las plantas en el agua es un acto probablemente tan antiguo casi como la propia humanidad.
Aún así, mucha gente prefiere conservar esta costumbre, muy arraigada en el Mediterráneo gracias a la cantidad de hierbas aromáticas que brotan en nuestro territorio. ¿Y por qué otros, en cambio, sólo compran las bolsitas? ¿Qué hace preferir una cosa a otra? Es un nuevo #DilemaMediterráneo que vamos a intentar resolver.
Ventajas de hervir las hebras u hojas:
- El sabor es más intenso que el de las bolsitas.
- La hoja está más entera que en la bolsa, donde está triturada.
- En las bolsas, en algunos casos no se ve el producto que hay en su interior.
- Suele ser más económico.
Ventajas de utilizar las bolsitas:
- Podemos disfrutar de combinaciones sabores.
- Es fácil saber la medida justa de agua y repetirla.
- No quedan hebras en el agua que pueden molestar al ser tomada.
- La conservación de la planta en la bolsa es mayor.
- Para comprarlas, es más fácil encontrar bolsas de infusión que hojas sueltas.
Una vez repasadas las ventajas y desventajas ya es cosa de cada uno elegir una de las dos opciones; si bien como siempre lo más conveniente es haber probado las dos para escoger con seguridad. Mientras, quizás ahora sea un buen momento para prepararse una infusión.