Que el comercio online es una tendencia actualmente no lo duda nadie. Y que realizar la compra online de productos de alimentación está cada vez más a la orden del día, tampoco. Son muchos los usuarios que se decantan por esta opción a la hora de realizar su compra semanal o mensual. Aquí te dejamos algunos consejos para que aproveches al máximo esta opción que ofrecen ya muchos supermercados como masymas Supermercados, y otros comercios.

Las compras a través de internet nos ofrecen la posibilidad de comprar desde cualquier lugar y nos ofrecen comodidad y poder acceder a más productos. Todo ello es clave para entender el crecimiento que el comercio electrónico ha experimentado en los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia de 2020.

La tendencia ha ido en aumento y hoy en día son muchos los usuarios que se decantan por esta opción. Y, si bien el comercio electrónico era utilizado en mayor medida para compras de ropa, accesorios, viajes o electrónica, los productos de alimentación se han colado en esta lista, ganando cada vez más terreno.

Por todo ello, y conscientes del estilo de vida actual y de las posibilidades de la compra online, cada vez son más los supermercados y otras empresas de distribución que ofrecen este servicio.

Según datos del INE, el 54,2% de la población de 16 a 74 años compró en los tres últimos meses algún producto en formato físico (ropa, zapatos, comida, artículos deportivos…) por comercio electrónico, lo que supone un 0,1 puntos más que en 2021 (INE, noviembre de 2022).

¿Cómo podemos sacar el máximo provecho a la compra online en supermercados?

• Planifica: igual que si fueras al supermercado. Organiza tu compra, en base a los menús que vayas a hacer y a los productos que ya tengas en casa.
• Utiliza las nuevas tecnologías: con tu dispositivo móvil o un asistente virtual puedes elaborar tu lista de la compra. También las aplicaciones de la mayoría de supermercados que ofrecen la compra online permiten crear listas de la compra, de manera que puedes ir añadiendo los productos conforme vayas pensándolos o necesitándolos, ¡así no se te olvidará ninguno! Puedes, incluso, crear listas frecuentes y memorizarlas, de manera que para próximas compras no tengas que volver a hacer otra lista.
• Encuentra todos los productos: a través de la página web del supermercado o en la propia aplicación, puedes realizar búsquedas directas del producto que quieras, en diferentes formatos, de diferentes marcas… lo cual facilita, mucho, localizar los productos y agilizar la compra ¡y con la misma calidad que en tienda!
• Aprovecha las ofertas y promociones online: en muchas ocasiones podemos encontrar descuentos en diferentes productos a la hora de hacer la compra online, vales de oferta, acumular dinero o puntos…
• Elige el momento de entrega: el supermercado te ofrece la posibilidad de elegir el día y una franja horaria para que te hagan entrega de la compra en tu casa.
• Paga con facilidad: una vez revisada y confirmada la compra, aplicados los descuentos y elegido el momento de entrega, procedemos al pago con tarjeta, asegurándonos del importe final y verificando que nuestro pago se está realizando de forma segura (confirmación a través de nuestra aplicación móvil del banco, por ejemplo).
• Contacta: los supermercados que ofrecen la posibilidad de la compra online tienen a disposición diferentes canales de atención para, si queremos hacer alguna consulta o hemos tenido algún problema, poder contactar con ellos, bien por correo electrónico o de forma telefónica.

¿Qué debemos comprobar al recibir la compra en casa?

• Comprobar que los productos recibidos se corresponden con lo que hemos comprado y que no falta ninguno. Algunos supermercados ofrecen la opción de avisarte si alguno de los productos solicitados no está disponible y cambiarlo por otro; si no, en el tique de compra que recibas junto al pedido debes verificar que no te han cobrado el producto que falte.
• Revisar que los envases no están dañados.
• Comprobar que la calidad de los productos frescos es la misma que en tienda.
• Verificar la temperatura de los productos frescos y congelados, que deben ir separados del resto y que, durante el transporte, no se haya roto la cadena de frío.