Cómo combatir el sedentarismo

Seguir unos hábitos de vida saludables implica una alimentación sana y variada y la práctica de algún ejercicio físico. Ser una persona activa físicamente nos ayuda a mantenernos en forma y saludables.
Por ello, llevar una vida sedentaria acaba afectando a nuestro organismo.

En función de nuestro estilo de vida y dependiendo de la edad, es importante que realicemos actividades físicas en nuestro día a día, que nos alejen de estilos de vida sedentarios, los cuales pueden acabar afectando a nuestra salud. La actividad física regular nos ayuda a mejorar nuestra salud, prevenir algunas enfermedades crónicas, reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, esto siempre unido a una alimentación sana, variada y equilibrada.

¿Qué podemos hacer para combatir el sedentarismo?

Reducir el tiempo que pasamos sentados delante de las pantallas (televisión, ordenador, tablet o móvil), grandes enemigas de la vida activa. Hay que intentar limitar el tiempo que permanecemos ante las pantallas, ya que el gasto de energía en estos casos es muy escaso.

Realizar actividad física regular adecuada a la edad y el estado de salud, cuantos más días, mejor.

– Utilizar las escaleras en el lugar del ascensor, andar o ir en bici al lugar de estudio o trabajo, caminar hasta el lugar de compra habitual… Un mínimo de 30 minutos diarios de actividad física moderada es muy beneficioso.

¿Y en el caso de los niños?

Además de los beneficios que ya hemos visto anteriormente, es importante que los niños y jóvenes lleven una vida menos sedentaria, ya que les ayuda a mejorar sus relaciones sociales, su forma física, su autoestima y la atención y el rendimiento escolar.

Si tu trabajo te “obliga” a estar sentado la mayor parte del tiempo, descansa durante pequeñas pausas (cada dos horas) y da algunos pasos o realiza algunos movimientos o estiramientos.

Por todo esto, no le des más vueltas: ¡muévete y di “no” al sedentarismo!, porque…

… tiene efectos físicos:

– Desarrollo de un aparato locomotor y sistema cardiovascular sanos.
– Mejora de la coordinación y el control de movimientos.
– Mantenimiento de un peso corporal saludable.

… tiene efectos psicológicos:

– Facilita la adopción de hábitos saludables.
– Contribuye al desarrollo e interacción social.
– Evita el inicio del consumo de tabaco, alcohol y drogas.
– Mejora el control de la ansiedad y la depresión.
– Mejora el rendimiento intelectual.

Y además, recuerda la importancia de llevar una alimentación sana, variada y equilibrada.

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