Seguridad en la cocina

La cocina es una de las habitaciones de la casa, si no la principal, donde más accidentes domésticos se producen. Muchos de estos accidentes se pueden evitar o bien reducir su impacto significativamente, siguiendo algunos consejos básicos. Te contamos qué recomendaciones debe seguir para extremar las precauciones en nuestra cocina.

La cocina es una de las habitaciones de la casa, si no la principal, donde más accidentes domésticos se producen. Muchos de estos accidentes se pueden evitar o bien reducir su impacto significativamente, siguiendo algunos consejos básicos. Te contamos qué recomendaciones debe seguir para extremar las precauciones en nuestra cocina.

Según Cruz Roja, al año se producen casi dos millones de accidentes en los hogares españoles, cuyas causas van desde caídas (por suelos resbaladizos o sucios), intoxicaciones (por productos de limpieza y medicamentos), quemaduras, electrocución o golpes. Si bien en cualquier habitación de nuestras casas podemos sufrir algún accidente o percance, el riesgo en la cocina es mayor, debido a los utensilios y productos que utilizamos en ella.

Así pues, uno de los principales incidentes que pueden ocurrirnos en la cocina son los cortes que podemos sufrir debido a los cuchillos y otros utensilios con filo (tijeras ralladores…) que se emplean al cocinar. También son habituales las caídas por resbalones a causa de líquidos derramados en el suelo y las quemaduras, provocadas por aceite o agua hirviendo, que pueden saltarnos a la cara, las manos y los brazos, o al coger o tocar alguna olla o sartén al fuego si n la protección adecuada.

Otro de los focos de incidentes en la cocina son los relacionados con el gas y el agua. En el primer caso, es uno de los elementos más peligrosos con los que podemos encontrarnos, ya que una mala combustión, un escape o un descuido (en el que una corriente de aire apague la llama con el gas encendido, por ejemplo) puede producir intoxicaciones e incluso, en el peor de los casos, un incendio o una explosión.

El agua, por su parte, puede ocasionar, principalmente, daños en los electrodomésticos y muebles de cocina, así como en la propia vivienda (goteras), además de poder provocarnos resbalones y caídas. Especial precaución debemos tener también con los pequeños electrodomésticos enchufados a la luz cerca del fregadero, ya que pueden ocasionar descargas y electrocuciones.

¿Qué podemos hacer para evitar accidentes en la cocina?

Para evitar, en la medida de lo posible, sufrir alguno de estos percances, debemos tener en cuenta estas recomendaciones:

  • Cerrar puertas de armarios y despensas, con las que podemos golpearnos y no dejar elementos en el suelo o por medio de la cocina, manteniéndola despejada para evitar tropiezos o golpes, ya que si llevamos una olla con agua hirviendo o un cuchillo afilado podemos sufrir daños especialmente graves.
  • Tener cuidado al emplear taburetes o escaleras para acceder a lugares altos de la cocina.
  • No dejar ollas y sartenes al fuego sin supervisión, ni siquiera un breve espacio de tiempo, ya que pueden provocar incendios fortuitos. Situar los mangos de las sartenes y los cazos hacia dentro, sin que sobresalgan de la zona de los fuegos o de la encimera. En caso de que una olla o sartén prendieran fuego, nunca se debe intentar apagarlo echando agua, sino que debemos taparla con un paño empapado en agua y apagar la fuente de calor, dejando el paño sobre la olla o sartén hasta que se enfríe.
  • Asegurarse de que existe una buena ventilación, dejando libres las salidas de aire. Sin elementos que los obstruyan.
  • Llevar especial cuidado al utilizar los cuchillos, tijeras… y otros utensilios con filo que puedan ocasionarnos cortes y heridas profundas, y mantenerlos en perfecto estado bien afilados (ya que necesitará menos fuerza al utilizarlos, minimizando los riesgos de heridas o cortes). También es importante que en los cajones en los que guardemos utensilios afilados no estén al alcance de los niños o, si están, dispongamos de mecanismos de seguridad que impidan a estos acceder fácilmente a ellos.
  • Mantener la zona de preparación y cocinado en buenas condiciones y limpia, retirando cualquier líquido que se nos haya podido derramar y otros restos de alimentos que nos puedan haber quedado mientras estemos cocinando.
  • Utilizar guantes de cocina adecuados y resistentes al fuego, especialmente al tocar la bandeja del horno cuando estemos cocinando.
  • Utilizar ropa adecuada, teniendo cuidado si al cocinar llevamos prendas anchas que pueden entrar en contacto con el fuego y arder rápidamente

 

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