Beneficios del yogur

Consumido desde hace miles de años , el yogur, el postre lácteo cremoso y muy nutritivo, nos aporta muchos beneficios y, además, su fácil consumo a cualquier hora del día y a cualquier edad lo convierten en un alimento imprescindible en nuestra nevera y con una gran riqueza nutricional.

El yogur se ha convertido, hoy en día, en un alimento presente en la mayoría de los hogares españoles. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2018 el consumo de yogures en nuestro país ascendió a los 660 millones: cada persona ingerió una media de 14,66 kg de yogures y leches fermentadas durante ese año (informe del consumo alimentario en España en 2018). Y, aunque su consumo se ha ido reduciendo en los últimos años, no hay duda de que sigue siendo un alimento importante y con una gran presencia en las neveras de los hogares españoles.

Origen e historia

Hay que remontarse miles de años atrás para encontrar las primeras referencias a los primeros yogures. No eran como los conocemos hoy en día, pero ya en el año 2000 a.C. se comenzaron a consumir diferentes productos lácteos.

Tras comenzar a domesticar animales como las vacas o las cabras y a ordeñarlas para el consumo de leche, el hombre buscó formas de conservar esa leche durante más tiempo, especialmente aquellos pueblos nómadas cuyos ganaderos se desplazaban por diferentes tierras y para los que la leche constituía uno de los principales alimentos durante sus viajes.

Aquellos eran métodos muy primitivos de conservación, el origen de la fermentación, pero de ahí, y por una mezcla de casualidad y necesidad, surgieron los primeros “yogures”. La leche se conservaba en sacos de piel de cabra para su transporte, donde, debido al calor y a las bacterias, fermentaba de manera espontánea, dando lugar a un alimento más denso y con un sabor más ácido que el producto original. Los turcos popularizaron su consumo y le dieron el nombre de yogurt (del verbo yogurmak, “amasar”).

Poco a poco, su consumo se fue extendiendo y se les comenzaron a atribuir propiedades medicinales, como que prolongaba la vida o prevenía la tuberculosis. Fue a finales del siglo XIX cuando un científico ruso llamado Iliá Méchnikov, que años más tarde ganaría el Premio Nobel, elaboró sus teorías acerca de la proliferación de bacterias en el estómago, las propiedades beneficiosas del yogur y sobre cómo su gran consumo podía estar influyendo en la alta longevidad entre los campesinos búlgaros del Cáucaso.

A partir de ahí, su consumo se fue extendiendo por toda Europa, llegando a España a principios de 1900. El yogur se vendía como un medicamento muy efectivo contra infecciones intestinales y otros problemas de estómago y se le otorgaban propiedades de salud, belleza y larga vida. Poco a poco, se fue popularizando, hasta llegar a nuestros días, como un alimento con un alto aporte de calcio y con múltiples beneficios para nuestro organismo.

Beneficios de un yogur al día

Si bien la teoría de Méchnikov sobre las propiedades del yogur para alargar la vida no ha podido ser demostrada científicamente, de lo que no cabe duda es de los muchos y muy variados beneficios que el consumo de yogur nos aporta. Además, el yogur, por todas las propiedades que veremos a continuación, está indicado para todas las personas, de cualquier edad y en cualquier situación.

En primer lugar, el yogur tiene un alto aporte de calcio, fundamental, como ya sabemos, en la formación y el buen “mantenimiento” de nuestros huesos y dientes.

El calcio también es necesario para nuestro sistema nervioso y muscular. Y, aunque la ingesta de calcio recomendada dependerá de diversos factores, como la edad, un yogur cada día nos va a aportar una parte importante de calcio de esa cantidad diaria recomendada (entre un 15% y un 20%).

Nos aporta, también, proteínas, con un alto valor biológico, al tratarse de proteínas de origen animal, igual que las de la leche, fundamentales para el desarrollo de nuestros músculos, así como la piel, pelo, uñas… Entre otros de sus aportes encontramos vitaminas del grupo A, B (especialmente B12) y D y minerales como el magnesio y el fósforo.

El yogur nos ayuda a mantener una adecuada flora intestinal y, al haber transformado la lactosa en ácido láctico, lo hace mucho más fácil de digerir que la leche. Por todo ello, incluir un yogur en tu dieta diaria te va a reportar numerosos beneficios para tu salud. Además, es muy fácil de consumir como desayuno o merienda, como complemento de otros menús, en diferentes recetas… y tienes multitud de opciones para elegir: natural, con frutas, de sabores…

Para bajar el colesterol

Dentro de los lácteos funcionales que se ofrecen en el mercado, podemos encontrar yogures que contienen esteroles vegetales que ayudan a rebajar los niveles de colesterol. Pero ¿realmente el consumo de este tipo de yogures es eficaz? Este tipo de productos pueden ser beneficiosos siempre que, además de consumirlos, cuidemos nuestra alimentación (planificación de una dieta correcta, reducción de calorías y grasas…) y llevemos una vida activa haciendo ejercicio de manera regular. Si no ponemos de nuestra parte, de nada servirá el consumo de este tipo de yogures: el alimento milagro, no existe.

Yogures con bífidus

Son los yogures fermentados por bifidobacterias, bacterias probióticas que según algunos estudios pueden tener diferentes propiedades beneficiosas para nuestro organismo.

Yogur griego

En este tipo de yogures el contenido en proteínas y grasa es mayor en comparación con los tradicionales. A este yogur se les extrae el suero de la leche, quedando más espeso y con mayor cuerpo.

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