Técnicas de cocción culinarias
Conocer las diferentes maneras de preparar los alimentos es un paso fundamental a la hora de decantarnos por seguir una alimentación sana, ya que existen técnicas culinarias que no solo son más apropiadas según el producto que vayamos a cocinar sino que además nos pueden ayudar a potenciar sus propiedades y a prepararlo de forma más saludable. Además, algunas de estas técnicas son necesarias para eliminar posibles bacterias y evitar intoxicaciones alimentarias. A la hora de aplicar técnicas de cocción, podemos diferenciar entre las que se realizan en seco, con líquidos, combinadas, con grasas…
Para sacar el máximo provecho a la comida no basta solo con elegir productos de calidad. También tiene mucha importancia la forma de preparar esos productos, para hacerlos más apetecibles y aprovechar al máximo sus propiedades. Te contamos cuáles son las principales técnicas de cocción culinarias y las características de cada una de ellas.
Técnicas de cocción en seco:
A la plancha
Técnica de cocción rápida y sana, para la que necesitaremos una buena sartén antiadherente (también existen planchas eléctricas), a la que podemos echar muy poco aceite para evitar que se nos pegue el producto que cocinemos. El sabor del alimento (mejor que sea fresco y de calidad) se mantiene prácticamente intacto con esta técnica. La pieza del producto no debe ser muy gruesa, para que se cocine bien por dentro. Es preferible bajar la temperatura y mantenerlo más tiempo en la sartén que hacerle pequeños cortes al producto (de esta forma pierde el jugo y los nutrientes que posee).
Técnicas de cocción con líquidos:
Al vapor
Es una técnica sencilla, rápida y muy saludable, con una pérdida de nutrientes muy escasa y a la que podemos añadirle algunas especias para darle sabor al producto. Aunque en el mercado existen utensilios específicos para esta técnica, podemos utilizar una olla con un poco de agua, un cestillo o colador donde pondremos el alimento (para que no entre en contacto con el agua) y taparla mientras se cocina. El tiempo dependerá de la cantidad de alimento que preparemos, ya que cuanto más pequeño sea, más rápido se elaborará.
Hervir
Es una técnica parecida al vapor, pero la principal diferencia es que al hervir sumergimos el alimento en agua completamente, mientas que en la técnica anterior el producto no entra en contacto con el agua. Hervir los alimentos es una forma muy saludable de consumirlos, con la que podemos emplear en purés, cremas sopas o salsas. Para sacar el máximo provecho, debemos introducir el producto en agua cuando esté hirviendo, ya que a menor tiempo de contacto entre el producto y el agua, menor pérdida de nutrientes. Si, por el contrario queremos obtener más nutrientes en el caldo, pondremos el producto con el agua en frío.
Escalfar
O pochar (del francés, pocher, escalfar) es una forma de cocción en la que introducimos el alimento en agua o en otro líquido sin que llegue a hervir, a una temperatura inferior a los 100º (temperatura de ebullición), cocinándolo muy lentamente.
Escaldar
Para esta técnica, el producto se sumerge en agua hirviendo, muy poco tiempo (en algunos casos basta con unos segundos). En algunos alimentos se emplea para poder pelarlos fácilmente y en otros para limpiarlos de impurezas que puedan presentar.
Técnicas de cocción en grasas:
Freír
La fritura de alimentos consiste en cocinarlos normalmente en aceite, mejor si es de oliva, a temperaturas altas, de forma que se crea una costra que envuelve al alimento y que permite que este conserve sus nutrientes. Si la temperatura es más baja, hablaremos de rehogar. Podemos emplear una sartén o una freidora, aunque la reutilización de aceite puede variar el resultado final. El producto puede freírse directamente o podemos rebozarlo o empanarlo (con huevo, harina o pan rallado son las formas más habituales), para lo cual necesitamos mayor cantidad de aceite.
Saltear
La diferencia con el tipo de cocción anterior es la cantidad de aceite que se emplea, en este caso, muy poco, manteniendo la temperatura alta durante poco tiempo, de manera que el alimento conserva bastante bien sus nutrientes.
Otras técnicas de cocción:
Al horno
Es un método más lento, que suele requerir de más tiempo para la elaboración del producto. Un poco de agua o el propio vapor que puede desprender el alimento y el calor del horno son suficientes para elaborar un plato sabroso y nutritivo, ya que la pérdida de propiedades con este método es también escasa. También le podemos añadir un chorrito de aceite y algunas especias para darle más sabor. No se necesita nada más que precalentar el horno y elegir la temperatura adecuada según el producto. Otra forma de preparar los alimentos al horno es gratinarlos, añadiendo queso y, en algunos casos mantequilla o margarina, con lo que estaremos aumentando las calorías del plato.
En microondas
Aunque lo habitual es utilizarlo para descongelar o calentar platos, también podemos cocinar alimentos en el microondas, una forma de que conserven sus propiedades sin necesidad de añadirles grasas de ningún tipo.
En papillote
La técnica del papillote se basa en cocinar el alimento en su propio jugo: lo envolvemos en papel de aluminio o de horno, aunque también existen recipientes de silicona específicos para este tipo de cocción. Lo podemos cocinar al horno, al microondas o en una sartén.
Al baño María
Para esta técnica de cocción se necesita un cazo o recipiente, donde pondremos agua para calentar, y en el que introduciremos otro cazo más pequeño, donde pondremos el alimento, para que no entre en contacto con el agua. Se puede realizar al fuego o en el horno, de forma que el producto recibe un calor suave y constante, por lo que es perfecto para alimentos más delicados o sensibles.