Sacar tu móvil acercarlo al TPV y… ¡compra pagada! ¿Así de fácil? Aunque cada vez son más las tiendas que nos permiten abonar las compras con nuestro terminal, para poder utilizar este servicio hay que tener en cuenta una serie de premisas y, sobre todo, de consejos de seguridad, para que el pago se realice con todas las garantías.

¿Qué se necesita para pagar nuestras compras con el móvil?

1. Nuestro terminal ha de contar con un chip NFC (Near Field Communication, en español comunicación de campo cercano), que nos permite transmitir datos entre dos dispositivos que estén cerca, de manera inalámbrica.
2. Descargamos en nuestro dispositivo una aplicación de pagos: es importante que verifiquemos que la aplicación sea compatible con nuestra tarjeta bancaria. Lo más recomendable es acudir directamente a la página de nuestra entidad o preguntar en ella. No debemos instalar una aplicación de una página no oficial que no nos ofrezca garantías.
3. Que la tienda tenga TPV (terminal de punto de venta) o datáfono contactless, que permita este método de pago. Una vez introducido el importe a pagar, bastará con desbloquear nuestro móvil y acercarlo al TPV, sin necesidad de abrir ninguna aplicación y, dependiendo del importe a pagar, teclear el PIN de nuestra tarjeta bancaria.

¿Cómo saber si nuestro teléfono tiene NFC?

Para saber si nuestro terminal dispone de esta tecnología que nos permita, entre otras cosas, el pago con él, tenemos que entrar en Ajustes y buscar en conexiones la opción de habilitar NFC. También existen aplicaciones que nos indican si nuestro móvil dispone de NFC y de si está habilitado o no.

¿Qué debemos tener en cuenta al pagar con nuestro móvil?

Aunque puede haber usuarios que desconfíen de esta forma de pago, la realidad es que pagar con el móvil es un método fácil, rápido y seguro. Al fin y al cabo, el pago con el móvil es lo mismo que pagar con nuestra tarjeta, solo que sin necesidad de llevarla físicamente, sino que pagamos con ella a través de nuestro teléfono. Y de ahí la principal ventaja que nos ofrece: podemos realizar una compra sin necesidad de llevar encima efectivo o tarjeta.

En muchos casos, la mayoría de las compras con un importe inferior a 20 euros no requiere introducir el código PIN de la tarjeta, por lo que la compra se efectuará simplemente con acercar el teléfono al datáfono.

Esta imagen nos indica que la tienda dispone de datáfono contactless y, por lo tanto si nuestro terminal lo permite, podremos pagar con el móvil en ella.

Sin embargo y para tener un plus de seguridad, podemos configurar que siempre se nos solicite el PIN, independientemente del importe a pagar.

Para poder realizar el pago es necesario desbloquear el terminal, por lo que, en caso de robo, si no se conoce la clave o patrón de desbloqueo (número, huella dactilar, reconocimiento facial), no se podrá realizar ninguna compra con él. Por ello es importante que establezcamos el desbloqueo de pantalla con un número que no sea fácil de averiguar o, en caso de disponer de ellas, habilitar las opciones de huella dactilar o reconocimiento facial.

Si hemos de llevar nuestro móvil a reparar, es aconsejable que deshabilitemos el NFC.

¿Qué pasa si nos roban el móvil?

Igual que ocurre si nos roban la tarjeta bancaria, la Ley de Servicios de Pago nos protege frente al uso fraudulento que puedan darle a nuestro terminal en este aspecto, y limita a 150 euros la cantidad que debe afrontar el usuario frente a un robo y posterior uso fraudulento, antes de haberlo comunicado a la entidad. Si hemos perdido o nos han robado el móvil, de la misma forma que haríamos que si nos robaran o perdiéramos la tarjeta, además de poner la correspondiente denuncia ante la policía, hemos de contactar con nuestro banco lo antes posible para que procedan a bloquear nuestra tarjeta y, de esta forma, que no se pueda hacer un mal uso de la misma.