Inteligencia artificial

Seguro que has oído hablar de la IA (Inteligencia Artificial). Y a lo mejor incluso la has utilizado ya. Pero, al igual que las redes sociales, esta Inteligencia Artificial nos ofrece muchos beneficios… y también posibles peligros y riesgos que hay que conocer. Te contamos todo lo que debes saber sobre ella. ¡Sigue leyendo!

La Inteligencia Artificial (IA) está presente en nuestro día a día en diferentes formas. Su uso puede ser muy beneficioso, tanto a nivel educativo como laboral, social, etc. No hay duda de que puede ayudarnos a realizar tareas, sean en el ámbito que sean, de una manera más ágil y fácil. Pero su uso no está exento de posibles problemas, y no solo a nivel de seguridad o protección de datos. Lo que parecía hace pocos años ciencia ficción es en la actualidad una realidad implantada en nuestro día a día.

Aunque es un concepto del que parece que se haya comenzado a hablar hace relativamente poco, la Inteligencia Artificial lleva con nosotros mucho tiempo. Podríamos definirla como un programa o aplicación informática que, mediante diferentes algoritmos, puede realizar trabajos o tareas que normalmente necesitan de inteligencia humana y que puede llegar a aprender comportamientos e incluso a hacer predicciones. Es decir, se trata de una «simulación de la inteligencia humana», una herramienta útil que puede aprender a hacer las mismas tareas que los humanos y a dar respuesta o generar información a partir de datos o de otra información que se le facilite o que ella misma obtenga.

Las posibilidades que nos ofrece la IA son, prácticamente, infinitas. Asistentes virtuales, anuncios personalizados, robots inteligentes, reconocimiento facial, ChatGPT y sus extensiones (aplicación con la que se puede «mantener una conversación» y a preguntar dudas, sugerencias…) Es importante que, al usar la IA en nuestro día a día no olvidemos que detrás de ella, de esos algoritmos, hay un trabajo realizado por personas.

Podemos incorporar la IA en nuestro día a día, en tareas tan simples como consultar la predicción del tiempo, escuchar nuestras canciones favoritas, jugando a videojuegos… Pero es fundamental que, al utilizarla, lo hagamos con espíritu crítico, analizando y valorando la información que recibimos a través de nuestros dispositivos, en nuestras redes sociales, etc. Por todo ello, es importante recibir una formación desde pequeños, para aprender a utilizarla correctamente y conocer los posibles riesgos, incluso dándole un uso adecuado.

¿Qué beneficios nos aporta la IA?

  • Nos ayuda a realizar tareas cotidianas, de nuestro día a día (comunicarnos, hacer la compra, programar una alarma…), pero también se utiliza en trabajos que pueden entrañar algún peligro para las personas, en lugares de difícil acceso, etc.
  • Puede aportar más seguridad en nuestros hogares, mediante dispositivos como alarmas, cámaras o temporizadores y, además, ofrecernos respuestas automatizadas en diferentes situaciones
  • Nos acerca a información (casi) ilimitada, pudiendo acceder a recursos, libros, imágenes, vídeos, juegos… desde cualquier parte del mundo y en cualquier momento
  • Nos puede ayudar a adquirir nuevas habilidades y mejorar la educación, adaptándose al nivel de cada alumno y realizando un seguimiento mejor y más personalizado. A la hora de hacer un trabajo para clase, por ejemplo, nos ofrece información, recursos, recomendaciones…
  • Aumenta la seguridad en el entorno digital y la protección a la hora de navegar por internet, siempre que se utilice correctamente, ayudándonos a identificar actividades maliciosas, posibles engaños, noticias falsas…
  • En la atención médica, aporta mayor precisión y rapidez en los diagnósticos, en el tratamiento de datos, en la identificación de riesgos…
  • Ofrece más oportunidades en el mundo laboral, una mejor preparación para futuros trabajos y un mejor acceso a oportunidades de empleo.

¿Conoces a Alan Turing?

Se le puede considerar el padre de la IA, puesto que este británico, nacido en 1912, desarrolló diferentes investigaciones, una de ellas la manera de descifrar los mensajes encriptados que la máquina Enigma, creada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, puso en jaque a los aliados, pudiéndose adelantar así a los movimientos estratégicos de las fuerzas germanas.

Turing es considerado el pionero en sentar las bases de la informática, con múltiples aportaciones a este campo y a lo que hoy conocemos como Inteligencia Artificial. Fue el primer científico en plantearse si las máquinas podían pensar y, a partir de esa pregunta, desarrolló, a través de las matemáticas, diferentes teorías y estudios que derivaron en la informática como la podemos conocer hoy en día.

De hecho, existe en denominado Test de Turing, que mide la capacidad de una máquina de hacerse pasar por un ser humano; si la máquina pasa la prueba de mantener una conversación entre ambos sin que el ser humano se dé cuenta de que está hablando realmente con una máquina, a esta última se le puede considerar «inteligente».

«Aquellos que pueden imaginar cualquier cosa, pueden crear lo imposible» Alan Turing

¡Cuidado con los riesgos!

  • Un uso excesivo de la IA puede traer consigo una reducción en la interacción humana, pasar menos tiempo con la familia, los amigos… «en persona», llegando en algunos casos a un aislamiento social
  • Puede ampliar la brecha digital existente, por los costes que lleva aparejada la IA y los recursos necesarios para poder acceder
    a ella
  • Puede reducir nuestra imaginación y nuestra creatividad y que no pensemos o desarrollemos recursos para solucionar problemas o diferentes cuestiones, porque la IA nos da la respuesta a todo y nos hace pensar o razonar menos, es decir, reduce nuestro pensamiento creativo
  • Se deshumanizan las tareas que la IA realiza, al llevarlas a cabo una máquina y no
    una persona
  • Se incrementa el riesgo de una mayor desinformación, bulos o noticias falsas.

¿Qué pasa con nuestros datos?

Como hemos visto, la IA va «aprendiendo» de las preguntas o las tareas que le encomendamos y va recogiendo la información que le vamos dando. ¿Qué se hace con esos datos? ¿A dónde van? ¿Quién puede tener acceso a ellos? Es importante que no olvidemos que detrás de la IA hay personas que pueden hacer uso de ellos, no siempre de manera adecuada, y que toda la información que «le damos» a la IA, que compartimos en nuestras redes, que enviamos a otros contactos… conforma nuestra huella digital y queda «subida» o guardada.

Recuerda que, en internet, lo habitual es que haya intereses comerciales o de empresas detrás de la información que se comparte. Por eso es fundamental no dar información personal, no compartir nuestra ubicación o dirección y, cuando tengamos alguna duda, consultarlo con un adulto.

Aplicaciones prácticas de la IA en nuestro día a día

  • En nuestros teléfonos móviles: correo electrónico, mensajería, detectar spam o correo basura, aplicaciones para controlar electrodomésticos, alarmas…
  • Publicidad y anuncios personalizados: a través de los contenidos que vemos en internet, redes sociales… nos aparecen sugerencias para una «navegación a medida», recomendaciones de productos, compras personalizadas en función de nuestras preferencias…
  • Asistentes de voz: a través de dispositivos o altavoces inteligentes (Alexa, Siri…) y que se encuentran en muchos hogares, para escuchar nuestra música preferida, preguntar por el tiempo que va a hacer, programar temporizadores, recordarnos tareas, hacer la lista de la compra…
  • Contenidos en redes sociales: cada red social, mediante una serie de algoritmos en base a tus visualizaciones preferidas y el tiempo que te detienes en cada publicación, te ofrece contenido adaptado a tus gustos y preferencias
  • Hogares inteligentes: desde robots de cocina, alarmas y cámaras de seguridad, persianas motorizadas, aspiradores robot, programar la calefacción o el aire acondicionado, smart TV…
  • Atención al cliente: mediante los denominados chatbots, son muchas las empresas y entidades que ofrecen estos programas básicos que nos permiten realizar una consulta a través de una página web o de una aplicación móvil y solucionar un problema o incidencia
  • GPS del coche: sistemas de geolocalización y navegación, tráfico en tiempo real, mejores rutas, aviso en caso de accidente…

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