#Receta | Pasta y sopa de almendras

Ingredientes de la pasta de almendras

250 gr. de almendras, 150 gr. de azúcar tamizado, 2 claras de huevo

Elaboración

Si la almendra lleva piel, la ponemos al vapor hasta que podamos pelarla. Las dejamos secar bien y luego la molemos hasta tener un polvo muy fino. Hay quien las hierve, pero prefiero el vapor porque conserva todo su sabor intacto. Hay que moler inmediatamente antes de elaborar la pasta.

En un bol, ponemos la harina de almendra y le agregamos el azúcar tamizado o glas y mezclamos muy bien. Después agregamos las claras y seguimos mezclando, con las manos o ayudándonos con una cuchara. Cuando esté todo muy bien integrado y se note la pasa untuosa por el aceite de la propia almendra (al menos durante 10 minutos sin parar de remover), haremos un rulo con ella que envolveremos con un papel film y apretaremos en los extremos haciendo torniquete.

La pasta de almendra os parecerá mazapán, pero pensad que es muy diferente; este último se hace con una elevada cantidad de azúcar y muchísima menos harina de almendras. La que no utilicemos se nos conservará perfectamente en la nevera.

Pasta de almendras

Ya tenemos hecha la pasta de almendras. Ahora cocinamos la sopa de almendras dulce.

Ingredientes de la sopa de almendras

1 Litro de leche, 200 gr. de pasta de almendras, 2 cucharadas de azúcar, 1 limón, 1 vaina de vainilla, 2 cucharaditas de piñones (opcional), pan duro y canela en polvo para espolvorear.

Elaboración

Ponemos en un cazo la leche con un buen trozo de piel de limón y la vaina de la vainilla abierta. Calentamos y cuando empiece a sacar espuma la apartamos del fuego sin que hierva. La dejamos reposar hasta que enfríe.

La volvemos a poner al fuego mínimo y cuando empiece a calentarse, no hervir, le ponemos el azúcar y le vamos desmenuzando la pasta de almendras. Vamos removiendo con una cuchara de madera aplastando la pasta contra los lados de la cazo. Llevar dos minuto a ebullición sin que se nos derrame y apagamos el fuego.

En unas cazuelitas de barro, cortamos trozos pequeños de pan duro y unos piñones (opcional y que debemos tostar antes). Vertemos la sopa y espolvoreamos con canela (opcional). También se puede decorar con láminas de almendra tostada. Probad con dos gotitas de miel de flores de azahar… Servimos enseguida.

Es muy importante que el pan esté muy duro y bien hecho, si no es así se nos hará una bola desagradable en boca. Los panes pre congelados no sirven para esto. Agenciaos un buen pan de horno tradicional.

También puede tomarse fría de un día para otro, guardándola en la nevera. La consistencia de la sopa, ya no será la misma, porque el pan habrá absorbido y será como una pasta.

Antiguamente se elaboraba con agua debido a que antes del siglo XX, la cena de Nochebuena era considerada una abstinencia de carne y lácteos.

Existen versiones saladas de esta sopa a las que se le puede añadir aceite de oliva, o ajos, o con tomate… pero esto será otro día. Buen provecho.

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