No llega a ser propiamente una receta, por la sencillez de la misma. Se trata de otra manera de cocinar las alcachofas. En mi casa no faltaban al menos una vez a la semana para cenar.

Necesitamos, unas alcachofas de tamaño más bien grande, un poco de jamón que cortaremos en finas tiras o a tacos, aceite, sal, vinagre y agua. Sencillamente, le damos unos golpes a las alcachofas a las que les hemos cortado el “rabo”. Abrimos las hojas haciendo hueco, y dentro colocamos el jamón, un poco de sal y la llenamos con un buen aceite de oliva.

Las vamos colocando en la cazuela hasta que ocupemos todo el espacio para que se apoyen unas con otras y no se nos caigan y derramen el aceite. Llenamos hasta la mitad con agua y un poco de vinagre para que no se nos hagan negras del todo. Tapamos y dejamos que se “ahoguen” sobre veinte minutos.

El caldo resultante, hay quien se lo bebe, pues dicen que tiene muchos minerales y adelgaza. Vosotros mismos.