A lo largo del año 2021 diferentes electrodomésticos han comenzado a incluir un nuevo etiquetado que califica su eficiencia energética y que incorpora ciertas novedades con respecto al anterior que ya incorporaban. Así es la nueva etiqueta energética…

Frigoríficos, lavavajillas, monitores… son algunos de los electrodomésticos que, junto con las fuentes de iluminación (como las bombillas) van a ver modificado su etiquetado energético y afecta tanto a los productos que se vendan en tienda física como aquellos que se vendan a través de internet.

El principal cambio se centra en la eliminación de las clases energéticas A+, A++ y A+++, manteniendo siete categorías de eficiencia energética que a partir de ahora irán de la A a la G.

Es decir, la nueva clasificación establece la letra A y el color verde para los productos de mayor eficiencia energética y menor consumo hasta llegar a la letra G y el color rojo, con los que se marcarán los electrodomésticos de menor eficiencia energética y mayor consumo.

El nuevo etiquetado incorpora, además, un código QR, a través del cual los consumidores pueden acceder a las características específicas del producto. Estas características estarán incluidas en una nueva base de datos a nivel europeo, denominada European Product Database for Energy Labelling (EPREL).

¿Por qué cambia la etiqueta?

Hasta la fecha existía una gran saturación de productos disponibles en el mercado marcados con la clasificación A+, A++ y A+++, lo que ha llevado a desarrollar nuevos métodos de ensayos para medir la eficiencia energética de los electrodomésticos y productos eléctricos. A esto hay que añadirle las nuevas tecnologías, difíciles de clasificar adecuadamente dentro de los valores establecidos.

Por todo ello, los nuevos mecanismos de medición se adecuan de una manera más real y afectiva al uso que hacemos de los electrodomésticos y aparatos eléctricos en nuestras casas.