Los 7 emprendedores alicantinos que inventaron la ilusión juguetera
Rafael, Ramón, Eduardo, Juan, Enrique, José y Pedro son nombres de persona normales y corrientes que no nos llaman la atención. En cambio, si les añadimos los apellidos Payá, Mira, Juan, Ferchen, Sauquillo, Bordehore y Riera quizás empiecen a resultarnos familiares. Más aún si pensamos en el mundo del juguete. Un mundo que en su origen fue tan pequeño como la provincia de Alicante.
Estos siete emprendedores (ocho en realidad porque Eduardo Juan emprendió junto a su mujer, Agustina Mora) fueron los inventores de una ilusión que llena las vidas de los niños no sólo en la Navidad y Reyes sino a lo largo de todo el año.
Repartidos por tres poblaciones alicantinas: Onil, Ibi y Dénia; estos siete empresarios pusieron en marcha una industria que, si bien ya había hecho sus pinitos en ciudades como Barcelona, se expandió con ellos y situó a la provincia de Alicante como la verdadera cuna del juguete español. Pero no todos apostaron por el mismo tipo de producto y, en consecuencia, cada localidad se especializó en un tipo. Estos son los datos principales:
Ramón Mira y Eduardo Juan: las muñecas en Onil
La de las muñecas -sí, es inevitable pensar en ellas dirigiéndose al portal…- es una de las imágenes más recurrentes cuando pensamos en juguetes. Y los responsables de esto fueron Ramón Mira y el matrimonio Eduardo Juan y Agustina Mora. Aprovechando la tradición alfarera que existía en Onil, iniciaron la fabricación de muñecas elaboradas con cabezas de barro. En la imagen superior aparece la que está considerada la primera muñeca de esta industria. Ésta y muchísimos más juguetes pueden visitarse en el Museo de la muñecas que existen en la localidad.
Rafael Payá: la hojalata hecha juguete en Ibi
Fue en 1897 el año en que Rafael Payá empezó a producir una serie de artilugios con hojalata y se lanzó a venderlos por mercados ambulantes, además de en su localidad natal de Ibi. Su familia eran hojalateros y él reconvirtió la técnica para elaborar piezas sencillas. Su único objetivo: entretener a los más pequeños. Sus tres hijos expandieron la empresa hasta convertirla en la más importante de España gracias, entre otras cosas, a ser pioneros en comercializar juguetes automatizados, como la primera locomotora eléctrica. Pero Payá no fueron los únicos emprendedores de Ibi en el mundo del juguete. Tras ellos vinieron muchos más que convierten a esta localidad en la referencia del sector juguetero español, como así lo atestigua su Museo del juguete.
Juan Ferchen, Enrique Sauquillo y José Bordehore: tambores y coches desde Dénia
Los tambores irrompibles de metal fueron seguramente el juguete estrella comercializado por Metalúrgica Hispano-Alemana, la empresa fundada en 1904 en Dénia por los hermanos Ferchen, con Juan a la cabeza. También producían organillos, barcos, trenes, coches… Algunas de las piezas y las máquinas con las que fabricaban eran importadas desde Alemania, país originario de los fundadores. En los mismos años, Enrique Sauquillo fundó su compañía juguetera; empresa que fabricó juguetes de gran valor, algunos de los cuales se conservan en buenas condiciones. Unos años después José Bordehore fundó La Universal, especializada en juguetes metálicos, para competir con los otros dos.
Pedro Riera: los primeros muebles en miniatura
También en Dénia, Pedro Riera Mulet creó en 1913 la que está considerada como la primera juguetera de madera. Elaboraban reproducciones de muebles con madera refinada en la que no faltaban los detalles metálicos. Se trataba de reproducciones perfectas gracias a un trabajo minucioso. Por eso, no podía faltar en Dénia tampoco un Museo del juguete en que se rinde homenaje a estos empresarios y sus productos.
Todos estos emprendedores, cada uno desde su población y con la imaginación puesta al servicio de sus ideas, consiguieron hacer realidad un mundo imaginario que llena de felicidad a los más pequeños de las casas.