Las redes sociales se han convertido en el lugar de encuentro para los adolescentes, un sitio donde compartir su día a día y seguir lo que hacen a diario sus amigos, conocidos o famosos e influencers de los que son seguidores. Pero este punto de encuentro, si bien puede aportar beneficios, no está exento de posibles peligros que es importante conocer para aprender a detectarlos y prevenirlos.

No cabe duda de que las redes sociales han irrumpido en nuestra vida y han llegado para quedarse. Son una herramienta habitual, a través de las cuales podemos comunicarnos con otras personas, conocidas o no, con las que intercambiamos información, noticias, imágenes, vídeos. Según un sondeo de AVACU, realizado en enero de 2021, tan solo un 2,5% de los menores de entre 10 y 21 años no tienen cuenta en ninguna red social ni las consulta habitualmente.

¿Por qué gustan tanto las redes sociales?

Los niños y adolescentes nacidos a partir del año 2000, han crecido rodeados de pantallas. Tienen todo al alcance de su mano, literalmente. A través del móvil o tableta pueden acceder a contenidos, información, personas de manera inmediata.

Las redes sociales nos ofrecen la posibilidad de interactuar con otras personas, que pueden encontrarse en nuestra misma ciudad o en la otra parte del mundo, con familiares o amigos que están lejos, retomar viejas amistades o encontrar personas con las que hemos perdido el contacto, incluso hablar y compartir información con gente que no conocemos.

Otra de las características por las que las redes sociales triunfan tanto es la sencillez a la hora de utilizarlas. No se requieren grandes conocimientos. Basta con descargarse la aplicación (o acceder a través de una página web), crearse un perfil con un nombre (real o no) y una contraseña y empezar a comunicarse. Sin embargo, esta aparente simplicidad conlleva riesgos que, aunque en teoría conocemos, no siempre sabemos cómo afrontar.

Según el informe Digital 2021 de Hootsuite y We are social, el número de usuarios de redes sociales en todo el mundo ha crecido en el último año, tras el comienzo de la pandemia, más de un 13%: 4.200 millones de personas en todo el mundo son usuarias de redes sociales. En España, más de 37 millones de personas (un 80% de la población) usan las redes sociales.

¿Qué riesgos puede haber al utilizarlas?

Según el sondeo de AVACU, un 12,5% de los menores acepta solicitudes de amistad o seguimiento sin conocer a quién le solicita, mientras que un 63,4% las acepta sólo cuando conocen a la persona o ven que son amigos de sus amigos. Este es uno de los principales problemas que conllevan las redes sociales: el anonimato de la persona que se encuentra detrás de la pantalla. No podemos saber con seguridad si una persona es realmente quien dice ser. Y, a este hecho, hay que añadir la información que compartimos y a la que damos acceso. Así, un 23,7% de los niños/adolescentes tiene sus perfiles en redes sociales públicos.

Esto quiere decir que todo el mundo puede ver lo que publican, lo que comparten, lo que dicen. Estamos dando acceso a nuestro perfil, a nuestra información personal, a nuestras imágenes y a nuestros comentarios a personas que no conocemos y que no sabemos cómo pueden utilizar esa información (imágenes de nuestra casa, del colegio, si estamos de vacaciones…).

Otro peligro que entrañan las redes sociales es el afán por la popularidad, por los likes y el número de seguidores. A muchos de los niños y adolescentes les preocupa el número de personas que les siguen en sus cuentas y los likes que tienen sus publicaciones o fotos, sin importar quiénes son esos seguidores (followers): cuantos más tengan, más populares serán.

No debemos olvidar otros peligros presentes en las redes sociales, como son el ciberacoso o ciberbullying que sufren muchos menores, mediante insultos, humillaciones o comentarios negativos vertidos a través de las redes sociales.