La miel, conocida desde la antigüedad como un edulcorante natural, es un producto con múltiples propiedades cuyos primeros datos los encontramos ya en la prehistoria. Es una gran fuente de energía, pero es necesario conocer cómo tomarla y, sobre todo, en qué casos su consumo no es recomendable.

La miel es el producto resultante del polen extraído por las abejas de algunas plantas y flores. Las abejas recolectan esta sustancia y la mezclan con unas encimas o sustancias propias. Esta mezcla la transportan a las colmenas y allí dejan que madure durante un tiempo, hasta que se transforma en el producto final, la miel.

Su origen es difícil de establecer, pero se sabe que ya Hipócrates, el padre de la medicina, la empleaba para curar ciertas enfermedades, al igual que los egipcios, los cuales también la añadían a las pertenencias con las que enterraban a sus difuntos, junto a joyas y otros enseres.
Sí se han encontrado referencias a su uso en épocas prehistóricas, como es el caso de las pinturas rupestres en la Cueva de la Araña ( Bicorp, Valencia), pinturas que datan de 7.000 años a.C., donde se muestra a un hombre recolectando miel de un panal.

La miel puede dividirse en diferentes tipos, en función de diversos aspectos, pero lo más habitual es clasificarla según su origen o dependiendo de producción.

En función de su origen:

Miel de flores: es la obtenida de árboles como el romero, el azahar, el eucalipto o el tomillo… Su color varía en función del árbol del que se obtenga, pero suele ir desde blanco hasta un castaño más oscuro. Es más sólida y dulce.

Miel de rocío: se extrae de árboles como el abeto, suele presentar un color más oscuro y posee un sabor menos dulce.

En función de cuándo se produzca:

Miel de primavera: la que se elabora hasta el mes de mayo.
Miel principal: obtenida entre los meses de junio y julio.
Miel tardía: aquella que se produce entre agosto y septiembre.

Propiedades de la miel

La miel es un edulcorante natural que posee múltiples propiedades, entre ellos, que es una gran fuente de energía, ya que en su mayor parte está formada por hidratos de carbono (entre un 75% y un 80%), mientras que el resto es agua. Los hidratos de carbono que nos aporta son glucosa y fructosa, ambos con un alto valor calórico, que se absorben rápidamente y nos aportan energía de manera inmediata.

Además, posee vitaminas, que varían en función de su origen, como la vitamina B1, B2 B5, C. Contiene además ácido fólico, calcio, magnesio, fósforo.

La miel posee también efectos antiinflamatorios, antisépticos y balsámicos, lo que la hacen apropiada para dolores de garganta, afonías, catarros… También tiene efectos calmantes relajantes y ayudan a cicatrizar heridas.

Todo ello nos da una idea de las diversas propiedades para nuestro organismo y de sus beneficios a cualquier edad, como es el caso de su aporte de energía, especialmente en aquellos casos de personas que realizan ejercicio físico o deporte.

Uso y conservación

A la hora de comprar miel, debemos prestar especial atención a su etiquetado, ya que la normativa europea en este aspecto es muy y obliga a especificar su origen y si contiene algún otro añadido además del agua. Para saber si la miel que vamos a consumir es pura podemos poner un poco en un trozo de papel secante o de cocina: si el papel la absorbe es señal de que contiene bastante agua, por loa que su pureza será menor.

La mejor manera de conservar la miel con todas sus propiedades es mantenerla en un tarro cerrado y protegida de la luz y la humedad, en ambiente fresco y seco. Es un edulcorante empleado desde las primeras civilizaciones, por lo que podemos emplearla en sustitución del azúcar, ya que además lo supera en sabor y aroma. Su uso principal por este motivo, suele ser en recetas dulces, postres y pasteles, pero también podemos emplearla para elaborar salsas  con las que acompañar platos de carne, ensaladas…

Jalea real

Es el alimento natural de las abejas reinas y las larvas de abeja.
De color blanco y textura más cremosa que la miel, posee múltiples beneficios, con gran aporte de vitaminas y minerales siendo también una fuente de energía.

Hidromiel

Conocida como la bebida de los dioses, y a pesar de que ya la consumían los griegos y romanos, por sus beneficios como revitalizante y fuente de energía, ha sido gracias a su aparición en las sagas de EL Señor de los Anillos y de Harry Potter y en la serie de Juego de Tronos cuando ha vuelto a ganar popularidad y ya hay empresas que la fabrican y comercializan en nuestro país. Es una bebida fermentada con levadura a base de agua y miel, que ayuda en la digestión y fortalece el sistema inmune.

Propóleo

Es una sustancia con indudables propiedades beneficiosas, ya que las propias abejas la elaboran a base de cera, resinas y savia y la utilizan para sellar y proteger las colmenas. Tiene efectos antiinflamatorios y antisépticos y son adecuados en casos de resfriados y afecciones de la garganta.