La lubina, también conocida como róbalo, es un pescado blanco, con muchos nutrientes beneficiosos y muy saludable. Además tiene muchas posibilidades de preparación, de sabor delicado y con muy pocas espinas. Su carne magra aporta una gran cantidad de proteínas de alto valor biológico, muy importantes ya que el organismo no las genera de manera natural.

Su cuerpo es alargado y su cabeza puntiaguda, el color de su piel es gris plateado, con dorso grisáceo y laterales y vientre blanquecino. Su talla media oscila entre los 40 y 80 centímetros, aunque se pueden encontrar ejemplares de un tamaño mucho mayor.

La mejor época para consumirlo es durante los meses de frío, sobre todo a partir de diciembre, aunque hoy en día se puede consumir durante todo el año gracias a las piscifactorias.

PROPIEDADES DE LA LUBINA

La lubina es un pescado muy nutritivo y muchos de sus nutrientes son fundamentales para nuestro organismo:

• Alto valor protéico: Tiene una cantidad y calidad de proteínas muy parecida a la de la carne, pero con la ventaja de que tiene muchas menos calorías.
• Aminoácidos: Entre ellos podemos encontrar la lisina, que es básica en el crecimiento infantil o el triptófano, que va genial para la síntesis sanguínea y regula el estado de ánimo.
• Sus ácidos grasos ayudan a la prevención y control de las enfermedades cardiovasculares.
• Aporta una alto contenido de vitaminas tipo B (B1, B2, B3 y B12) encargadas de aprovechar los nutrientes energéticos (hidratos, grasas y proteínas).
• Contiene fósforo, magnesio y calcio.

TRUCOS Y CONSEJOS

• Para saber si la lubina es fresca, fíjate bien en el color blanco y plateado de su vientre. Cuanto más intenso más fresca estará la lubina.
• Si cuando adquieras el producto no has de consumirlo en el mismo día, es aconsejable congelarlo para evitar que se estropee o pierda propiedades.
• Aunque su modo de preparación estrella es al horno, puede cocinarse perfectamente a la plancha o con salsas.