Di no a las falsificaciones

Más de 53.000 puestos de trabajo se destruyen al año a causa de las falsificaciones. Pero la compra de productos falsificados no solo tiene consecuencias económicas. Nuestra salud también puede verse afectada por estos productos no originales. ¿Sabes qué puedes hacer tú para evitarlo?

Como personas consumidoras, debemos comprar productos cumplan con unos requisitos de calidad, seguridad y garantía. Es lo que se denomina Consumo Responsable. A la hora de adquirir un artículo y no otro debemos tener en cuenta no sólo el precio, sino también las características y condiciones en las que se ha producido.

A todos nos gustaría tener esas zapatillas de marca que están tan de moda y son tan chulas o esa camiseta de nuestro jugador de fútbol favorito… pero son muy caras y no puedes gastarte tanto dinero, por eso buscas productos similares mucho más baratos. Y acabas comprando falsificaciones. Sí, son más baratas pero… ¿te has parado a pensar lo que hay detrás de ese producto falsificado y las consecuencias que su compra puede tener?

  • Puede estar fabricado por niños a los que obligan a trabajar.
  • Puede estar fabricado por personas a las que se les paga muy poco y a las que se les obliga a trabajar muchas horas en condiciones muy malas ¿te gustaría que tu padre o tu madre tuvieran que trabajar así?.
  • Muchas de las empresas que fabrican falsificaciones colaboran con mafias del crimen organizado, traficantes de armas… por lo que, cuando compras una falsificación, también tú colaboras con ellos.
  • Estás poniendo tu seguridad en juego, porque algunos productos falsos pueden ser peligrosos, no han pasado las normas de seguridad y tampoco sabemos con qué se han fabricado. Por ejemplo, esa colonia que tanto te gusta, si la compras falsificada puede ser tóxica y, por lo tanto, mala para tu salud.

Al comprar un objeto, además de adquirir algo que necesitamos o deseamos, estamos colaborando económicamente con los procesos que lo han hecho posible (fábricas, comercios…). Cuando escogemos entre las distintas ofertas que hay en los establecimientos, miramos el precio, la calidad… pero también debemos fijarnos en los efectos que tiene el producto sobre el medioambiente y la sociedad.

Actualmente se falsifica casi todo: alimentos y bebidas, cosméticos, perfumes, cremas, juguetes, medicamentos, gafas de sol, ropa deportiva, bolsos, zapatillas… La venta de falsificaciones no solo se produce en la calle o en algunos establecimientos comerciales, también por internet se venden muchos productos falsificados.

¿Qué es una falsificación?

Una falsificación es una copia no autorizada de un producto original. Los falsificadores tratan de imitar las características, materiales o aspecto de un producto original o protegido legalmente para aprovecharse de su reputación, que se basa en una marca, una indicación de origen (tal como “fabricado en España”), un diseño o una patente.

Un consumo responsable también implica que los productos que compramos sean seguros, es decir, que en sus condiciones habituales de uso, consumo y manipulación de los mismos no entrañen riesgos para nuestra salud. Con la compra de un producto falsificado, además de otras cosas, estamos renunciando a esa seguridad.

  • Para las empresas supone un daño a su imagen, una competencia desleal y la pérdida de mucho dinero.
  • Para el medioambiente, estos productos también resultan perjudiciales, ya que, habitualmente, en su elaboración y fabricación no se siguen protocolos y normas de protección al entorno y medioambientales y que fomenten el reciclaje y la reutilización.
  • Para la economía de un país es una causa de pérdida de puestos de trabajo y de ingresos públicos. No solo eso, las falsificaciones también provocan desincentivos para la investigación, el desarrollo y la innovación.
  • Para los consumidores, adquirir productos falsificados deriva en una baja calidad de los mismos y en riesgos para su salud. Además, al comprar estos productos perdemos también nuestros derechos y garantías.

Sé un consumidor responsable y activo:

– Si compras una camiseta falsificada de tu jugador favorito, puede haber sido fabricada por niños.

– Un cargador de móvil falso puede provocar un incendio durante la carga.

– Si tienes una reacción alérgica a una crema o colonia que no es original, no podrás saber sus ingredientes reales para poder identificarla y que el médico pueda diagnosticarte correctamente.

¿Cómo evitar las falsificaciones?

Además de comprar en tiendas y sitios que nos ofrezcan garantías, hay una serie de pistas que nos pueden ayudar a identificar que un producto no es original, sino que se trata de una falsificación. Conocerlas es importante para saber diferenciarlos:

Precio: debemos desconfiar si el precio del producto es demasiado bajo en comparación con otros similares.

Calidad: que el producto no esté bien acabado o presente algunos defectos, por ejemplo, en prendas de ropa podemos fijarnos en las costuras.

Etiquetado: una de las mejores formas de verificar que el producto no es una falsificación es comprobando que las instrucciones, indicaciones de uso y otras informaciones vengan, como mínimo, en un castellano correcto y completo, sin faltas de ortografía ni de concordancia.

Antes de comprar una falsificación recuerda siempre que son productos fabricados al margen de cualquier norma o requisito de seguridad. Quien fabrica una falsificación no tiene en cuenta los criterios de seguridad que debería cumplir el producto fabricado. ¿Realmente vale la pena?

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