Bebidas energéticas

Con una intensa publicidad a través de los medios de comunicación, las bebidas energéticas, cada vez más consumidas, especialmente entre los jóvenes, se anuncian como bebidas refrescantes que estimulan nuestro organismo y proporcionan más energía y resistencia física. Pero un consumo excesivo de este tipo de bebidas puede conllevar riesgos para nuestra salud. Por ello, es necesario que conozcamos qué contienen y los posibles daños que pueden ocasionarnos.

Las bebidas energéticas son aquellas que, sin contener alcohol entre sus ingredientes,  incluyen ciertas sustancias estimulantes que ayudan a quien las consume a disminuir la sensación de agotamiento, cansancio o fatiga de manera temporal y proporcionan un  mejor rendimiento tanto físico como mental. Por este motivo, su consumo ha ido aumentando en los últimos tiempos y son muchos los que recurren a ellas en momentos de cansancio o de necesidad de mantenerse despierto  o de rendir más, ya sea física o mentalmente. A base de esas sustancias estimulantes, principalmente cafeína, estas bebidas eliminan de nuestro organismo cualquier signo o síntoma de fatiga.

Diferentes estudios han demostrado que un consumo excesivo de este tipo de bebidas puede acarrear efectos secundarios, en algunos casos graves, para nuestro organismo. En este sentido, desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición se estima que «una persona que tome más de 1,4 miligramos de cafeína por kilo de peso al día puede sufrir insomnio y reducción de la duración del sueño. Si este consumo se eleva a 3 miligramos, puede implicar riesgos cardiovasculares y hematológicos, neurológicos y psico-comportamentales«. Así, el consumo excesivo y continuado de bebidas energéticas, con alto contenido en cafeína, acaba produciendo alteraciones en el sueño, en el comportamiento y trastornos cardiovasculares. Además, su consumo regular puede derivar cada vez una adicción y mayor dependencia a la cafeína.

Todos estos efectos van a variar en función del peso corporal: a menor peso, mayores consecuencias.

En su etiquetado, estas bebidas indican el contenido de cafeína expresado en mg/100 ml. Al contener más de 15 mg de cafeína por cada 100 ml, aparece la advertencia «Contenido elevado de cafeína: no recomendado para niños ni mujeres embarazadas o en periodo de lactancia» junto a la denominación de venta del producto y la cantidad de cafeína en miligramos por cada 100 ml.

Recomendaciones para su consumo

  • Si las consumes, hazlo de manera ocasional y en pequeñas cantidades o formatos de menor tamaño
  • No deben tomarse para hidratarse después de realizar deporte o actividad física, ya que, al contrario de lo que puede parecer, estas bebidas no hidratan, sino que absorben el agua de nuestro organismo
  • No se deben mezclar con alcohol
  • No se deben consumir en el caso de niños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, personas con patologías cardíacas o hipertensión y personas que padezcan alteraciones del sueño o trastornos neurológicos

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